En una decisión estratégica para revitalizar su negocio frente a un mercado competitivo, Macy’s anunció el cierre de 150 de sus tiendas consideradas “no productivas” durante los próximos tres años, incluyendo 50 para finales de 2024. Paralelamente, la compañía fortalecerá su apuesta por el sector de lujo al agregar 30 nuevas tiendas Bluemercury y 15 establecimientos bajo la marca Bloomingdale’s, según declaraciones del CEO, Tony Spring.
ABC News resaltó que este ajuste en su enfoque de negocio se presentó tras registrar una pérdida de USD 71 millones de en el último trimestre y ante el inminente desafío de competir con poderosos rivales en línea.
La iniciativa no solo comprende la reducción de su presencia con tiendas físicas menos rentables, que representan menos del 10% de sus ventas totales, sino también una inversión significativa en la mejora de la experiencia de compra en sus 350 ubicaciones restantes.
Macy’s apunta a enriquecer el ambiente de sus tiendas con más personal de ventas en áreas de prueba y departamentos de calzado, así como con la incorporación de más elementos visuales como maniquíes. “Estamos haciendo los movimientos necesarios para reavivar las relaciones con nuestros clientes a través de experiencias de compra mejoradas, surtidos relevantes y un valor convincente”, manifestó Spring.
La reestructuración del minorista ocurre en un contexto donde el modelo de negocio de las tiendas departamentales ha sido cuestionado, intensificándose con la pandemia y la competencia online. A pesar de este panorama desafiante, el CEO aseguró que la compañía se mantiene firme en su creencia en las tiendas físicas, enfocándose en “asegurarnos de que tengamos las mejores tiendas, no el mayor número de ellas”.
La tienda departamental también acelerará su expansión de tiendas de formato pequeño, anunciando planes de añadir hasta 30 localizaciones más, sumándose a las 12 ya existentes, para ofrecer mayor conveniencia a sus clientes.
The Washington Post recordó que la cadena de tiendas se enfrenta a una lucha de poder tras la nominación de nueve directores para su junta por parte de Arkhouse Management, además de rechazar previamente una oferta de adquisición de USD 5.800 millones de dólares por parte de Arkhouse y Brigade Capital Management.
El escenario se complica con el recorte laboral anunciado en enero, que implicará la eliminación de aproximadamente 2.350 empleos, que representan alrededor del 3,5% de su fuerza laboral. Este ajuste también ha resultado en un impacto en las acciones de Macy’s, experimentando una caída cercana al 1% en las negociaciones antes de la apertura del mercado.
En cuanto a desempeño financiero, Macy’s ha visto una caída en ventas de casi un 2% a USD 8.120 millones, aunque superando ligeramente las expectativas de los analistas de USD 8.090 millones. Sus ventas en línea disminuyeron un 4%, mientras que las ventas en tiendas se mantuvieron relativamente estables. La compañía predice un beneficio para el año fiscal actual en el rango de USD 2,45 a USD 2,85 dólares por acción, con ventas estimadas de entre USD 22.200 millones a USD 22.900 millones.
La estrategia de Macy’s responde a un intento de navegar las turbulentas aguas del comercio minorista actual, donde la pandemia y el cambio en los hábitos de consumo han remodelado el panorama del sector. El enfoque hacia una oferta de lujo más amplia y la renovación de la experiencia de compra en tiendas son esfuerzos clave para mantenerse relevante y atractivo para sus consumidores.
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