Qué son y cómo hay que prepararse ante los ríos atmosféricos que están a punto de golpear a Estados Unidos

Un río atmosférico está a punto de abrir las compuertas, con lluvias torrenciales y vientos huracanados que se espera que azoten la costa oeste de los Estados Unidos. Se espera que California se lleve la peor parte de las tormentas, ya que la repentina avalancha de humedad podría provocar corrimientos de tierra e inundaciones mortales.

Partes de la costa de Oregón y California están bajo alerta por fuertes vientos, mientras que algunas de esas mismas zonas, incluidas el norte y el centro de California, están bajo alerta por inundaciones. En la región se espera un aguacero de entre unos pocos centímetros de lluvia y entre 15 y 20 centímetros y se espera que el viento sople a velocidades entre 32 y 64 kilómetros por hora con rachas máximas de 96 kilómetros por hora.

Este es sólo el primero de los ríos atmosféricos consecutivos que se espera que afecten a la región y esto es lo que hay que saber sobre ellos.

Un río atmosférico es un torrente de humedad, o vapor de agua, que se desplaza desde los trópicos y se vierte sobre una región en forma de fuertes lluvias o nieve. Los ríos atmosféricos son bandas estrechas que tienden a producirse en el lado este de las fuertes tormentas de latitudes medias.

El río atmosférico medio transporta una enorme cantidad de vapor de agua: puede ser casi equivalente al caudal medio de agua en la desembocadura del río Misisipi, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. Los más grandes pueden transportar 15 veces el volumen de agua del río Misisipi.

Estos ríos en el cielo pueden producirse en cualquier parte del globo, incluida la costa este de Estados Unidos, pero son la principal fuente de lluvias torrenciales en la costa oeste estadounidense. Las costas occidentales de los continentes suelen tener corrientes de humedad claras e ininterrumpidas.

El aire húmedo procedente de los trópicos llega a varias cadenas montañosas de la costa oeste y se enfría a medida que asciende. El aire frío forma nubes y genera precipitaciones intensas en la vertiente oriental de las montañas, explica Ryan Torn, director del departamento de ciencias atmosféricas y medioambientales de la Universidad de Albany, y cuanta más humedad haya en el aire, más precipitaciones.

“Básicamente es como si hubiera una esponja y se empezara a exprimir el agua de ella”, dijo Torn. El río atmosférico más dañino, las crecidas en forma de manguera, son las que descienden por la montaña y se detienen en un lugar, explicó.

Según Matthew Igel, profesor adjunto del departamento de recursos terrestres, aéreos e hídricos de la Universidad de California en Davis, cada año llegan a California entre siete y diez ríos atmosféricos fuertes. El Niño es un patrón climático natural caracterizado por aguas oceánicas anormalmente cálidas en el Pacífico tropical que provocan fuertes lluvias y tormentas.

Una bestial corriente en chorro subtropical, sobrealimentada por El Niño y unas aguas inusualmente cálidas, está empujando el río atmosférico hacia la costa de California, explicó Torn. Muchas plumas de ríos atmosféricos se producen sobre el océano. Los chubascos, ya de por sí intensos, podrían recibir un impulso adicional de agua gracias a El Niño.

Los años de El Niño tienden a traer un mayor nivel de humedad y a hacer más frecuentes los ríos atmosféricos a lo largo de la costa oeste. “Si coges la misma tormenta y la sitúas en un año de El Niño, te va a dar más agua porque la atmósfera retiene más agua durante ese tiempo”, dijo Torn.

Sin embargo, Igel no está seguro de que El Niño sea la única causa del aumento de las precipitaciones y de la intensidad de las tormentas. “El tiempo es un caos”, afirma. “¿Cuánto depende de El Niño y cuánto del azar? Es difícil saberlo”.

Muchos expertos creen que aún hay interrogantes sobre cómo podría afectar el cambio climático a los patrones de las tormentas en el Océano Pacífico y a su frecuencia. Pero, algunos especulan que hay tres formas principales en las que el cambio climático podría afectar a los ríos atmosféricos en el futuro:

• Más lluvia: Los expertos afirman que una atmósfera más cálida en el futuro retendrá más humedad, lo que podría provocar más precipitaciones y una intensificación de las tormentas.
• Más frecuentes y más intensas: Los ríos atmosféricos ya son responsables de casi el 90% de los daños causados por las inundaciones en California. Las investigaciones sugieren que a medida que se calienten las temperaturas, los ríos atmosféricos podrían producirse en una sucesión más estrecha y dejar caer más precipitaciones en una temporada.
• Menos nieve: De la misma manera que los ríos atmosféricos son conocidos por traer fuertes lluvias a las zonas costeras y centrales, son cruciales para traer nieve al norte de Sierra Nevada. Pero a medida que se calientan las temperaturas, algunas investigaciones sugieren que, en lugar de nieve, los ríos podrían traer también lluvia a esas regiones.

Los estudios han descubierto que los ríos atmosféricos suelen durar 20 horas sobre una zona a lo largo de la costa. Según Torn, un solo río atmosférico puede desplazarse por el océano hasta cinco días. Y que un río atmosférico puede hacer que un solo lugar de la costa se inunde con fuertes lluvias de 12 a 72 horas.

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