Cerró su tienda de videojuegos hace 25 años: guardó más de 300 en un depósito y ahora valen casi USD 1 millón

Hace más de dos décadas, mientras recogía los trastos de su tienda de videojuegos de Nebraska, Mark Odorisio se planteó qué hacer con los cientos de juegos que ni siquiera habían llegado a las estanterías antes del cierre del negocio. Sus mejores opciones eran organizar una venta de los videojuegos sobrantes o almacenarlos para el futuro.

“Al diablo la venta”, recordó Mark que pensó en 1998. “Prefiero arriesgarme a que... estos juegos valgan algo”, pensó.

Mark metió más de 300 juegos precintados en cajas y los trasladó a un almacén de Omaha. Con el paso de 23 años, Mark perdió la cuenta de lo que valían los juegos y decidió que se los pasaría a sus sobrinas y sobrinos.

Pero en 2021, Tim, el hermano mayor de Mark, encontró los juegos antiguos en el almacén y sintió curiosidad por su valor. Los juegos de los años 90, como Chrono Trigger y Mortal Kombat, aún estaban en un estado casi perfecto. Dijo que buscó orientación en una tienda de videojuegos de Omaha, donde los empleados se sorprendieron de lo que Tim les había traído.

Finalmente, la familia Odoricio hizo tasar los videojuegos y descubrieron que unos 170 eran raros y estaban en buen estado. Gameroom, la tienda a la que Tim llevó los juegos en 2021, está ayudando a los hermanos a vender la colección, que se ha publicado recientemente en Internet.

Mark dijo que espera vender los juegos por casi un millón de dólares, una cifra mucho más alta de lo que esperaba cuando los almacenó. “No creía que fueran a valer nada durante mi vida”, dijo Mark, de 62 años, a The Washington Post.

Mark abrió Game Street en Omaha en 1994, vendiendo principalmente juegos para Super Nintendo y Sega Genesis. Pero su tienda empezó a perder dinero unos años más tarde, así que la cerró en 1998 y pasó a trabajar como distribuidor de libros y revistas.

En el verano de 2021, Tim estaba en el almacén comprobando el valor de sus viejos cromos de baloncesto -Kobe Bryant, Dirk Nowitzki y Paul Pierce- cuando vio las cajas de videojuegos y consultó algunos títulos en Internet. Según Tim, las versiones abiertas de los juegos de Mark se vendían por unos cientos de dólares cada una. Ese otoño, Tim llevó una caja con los juegos a Gameroom.

Unas semanas más tarde, Tim dijo que habló con los empleados de Wata, una empresa de clasificación con sede en Santa Ana, California. Tim recordó que le dijeron que los juegos podrían venderse por un millón de dólares si se clasificaban, un proceso en el que los inspectores puntúan un juego de cero a diez en función de su estado. Los juegos que reciben una puntuación más alta suelen venderse por más dinero.

Después de la reunión, Mark le dijo a Tim que creía que los juegos podrían venderse por 100 mil dólares. “Puede que tengamos que añadir un cero a eso”, recordó Odoricio.

En noviembre de 2021, Chris Thompson, propietario de Gameroom, visitó el almacén de los Odorisio y grabó un vídeo del alijo. Los juegos envueltos en plástico creaban un resplandor contra las luces de la habitación. Thompson mostró copias de Chrono Trigger, Final Fantasy III y Sunset Riders.

“Apuesto a que te estás preguntando, ¿de dónde ha salido todo esto? ¿Dónde estamos?”, preguntó Thompson en el vídeo. “No sé si debería decírtelo”, añadió.

Cuando Thompson subió el vídeo a YouTube en febrero de 2022, dijo que pensaba que los espectadores criticarían la mala calidad del vídeo. En cambio, Thompson dijo que vio cómo aumentaba el número de visitas hasta que se quedó dormido alrededor de las 4:30 de la mañana. Cuando se despertó unas cinco horas más tarde, dijo que el video había sido visto casi 200 mil veces - y su bandeja de entrada estaba llena de solicitudes para comprar los juegos.

“Mucha gente quería volar con un maletín lleno de dinero y comprar toda la colección”, explicó Thompson, de 40 años. Los Odorisio aún no habían decidido qué hacer con los juegos, así que pidieron permanecer en el anonimato mientras la colección llamaba la atención de la comunidad de jugadores. Thompson esbozó sus opciones: aceptar una oferta ahora, vender los juegos una vez tasados o esperar a ver si aumentaba su valor.

En abril de 2022, Mark cargó unas 15 cajas de juegos en su monovolumen y condujo unos 1.550 kilómetros hasta la sede de la empresa clasificadora en California.

Uno de los juegos más valiosos de la colección es Chrono Trigger, un juego de rol japonés que sigue a unos personajes que viajan en el tiempo para evitar la destrucción del mundo. Wata, la empresa de clasificación, solo ha clasificado 26 copias del juego de Super Nintendo que salió a la venta en 1995, según sus informes de población.

Wata ni siquiera había clasificado nueve juegos de la colección de Mark, entre ellos Uncharted Waters, Battle Blaze y The Combatribes. Scott Endsley, propietario de una empresa de clasificación de videojuegos de Kansas City, declaró al Post que solo Chrono Trigger podría venderse por más de 50 mil dólares. Otros juegos también podrían venderse por decenas de miles de dólares, dijo.

“No hay toneladas de copias de ninguna de estas cosas por ahí”, dijo Endsley. “Cuando compras un videojuego, lo abres y lo juegas, ¿verdad? Tener videojuegos precintados es bastante raro de todos modos, pero conseguir uno de este tipo de títulos es bastante inusual”, afirmó.

Mark regresó a California el verano pasado para recoger los juegos. Muchos obtuvieron una puntuación de 9,0 o más, incluidos los juegos estrella Chrono Trigger, Sonic the Hedgehog 3, Street Fighter II: Champion Edition y Teenage Mutant Ninja Turtles: Turtles in Time, todos ellos con una puntuación de 9,8. Mark condujo de vuelta a Omaha y guardó los juegos en una cámara acorazada.

Thompson accedió a vender los juegos con la esperanza de dar a conocer su tienda; anunció la colección el mes pasado. Tim dijo que una casa de subastas ofreció comprar los juegos por unos 500.000 dólares, pero él y Mark esperan vender la colección por al menos 700.000 dólares.

Además, están considerando la posibilidad de esperar para vender los juegos en previsión de que su valor aumente -un movimiento que Endsley dijo que podría dar sus frutos.

“Siempre habrá gente que quiera recuperar su infancia”, afirmó. Durante las dos últimas décadas, Mark ha soñado con vivir en una casa en un lago del Medio Oeste, donde pudiera pescar y relajarse junto al agua. Si vende pronto los videojuegos, planea hacer realidad ese sueño. “He empezado a fantasear un poco con ello”, expresó Mark.

(*) The Washington Post

(*) Kyle Melnick es reportero de la sección Morning Mix de The Washington Post, donde cubre noticias de todo el país y del mundo.