Una mujer fue condenada a trabajar en un restaurante por arrojarle comida caliente a una empleada que confundió su pedido

La mujer aceptó esa disposición judicial para reducir su pena carcelaria

El juez Timothy Gilligan calificó el incidente en Chipotle como un comportamiento inaceptable (REUTERS/Andrew Kelly)

Emily Russell era encargada de una tienda Chipotle en Ohio cuando una cliente iracunda le arrojó un burrito de pollo a la cara. Ahora, un juez condenó a dicha agresora a trabajar en un establecimiento de comida rápida para evitar más penas de cárcel. Rosemary Hayne, de 39 años, fue declarada culpable de un cargo de agresión el 28 de noviembre tras admitir lo que hizo.

“Esto no es ‘Real Housewives of Parma’. Este comportamiento no es aceptable”, dijo el juez Timothy Gilligan del Tribunal Municipal de Parma durante la sentencia, según WJW, una cadena de noticias afiliada de Cleveland Fox que cubrió la sentencia en la sala del tribunal. “No conseguiste tu burrito bowl como te gusta, ¿y así es como respondes?”, agregó el magistrado.

El comportamiento de Hayne se hizo viral en un video en el que se la ve gritándole a Russell, de 26 años, y luego agarrando su comida y lanzándosela directamente a la cara. En un principio, la mujer debía pagar una multa y someterse a una pena de 180 días de cárcel, con 90 días de suspensión. Sin embargo, Gilligan le ofreció la posibilidad de reducir su condena con una propuesta muy poco habitual.

El juez le ofreció la oportunidad de reducir su condena 60 días a cambio de que consintiera en trabajar 20 horas semanales en un restaurante de comida rápida durante dos meses. La acusada aceptó el trato.

Por su parte, Russell, la víctima, dijo al juez que los dos últimos meses habían sido los peores de su vida. Y dijo que lidia con el trauma del incidente a diario. La agraviada dijo a The Washington Post que estaba protegiendo a una empleada de 17 años a la que Hayne gritaba.

“Ella rehizo su pedido dos veces e incluyó proteínas adicionales

y otros ingredientes para apaciguar a Hayne”, comentó. La agresora se fue con su comida, pero volvió unos minutos después.

“Empezó a gritarme... Lo siguiente que recuerdo es que me tiró la comida a la cara. Estaba muy avergonzada y en estado de shock”. Dijo que la comida estaba a 200 grados porque acababa de hacerla y le dejó la cara ardiendo. “No podía creer que mis clientes tuvieran que presenciar eso”, expresó Russell.

Rosemary Hayne, declarada culpable de agresión, deberá trabajar en el sector de comida rápida (Joe Raedle/Getty Images)

La afectada, que trabajó en Chipotle durante más de cuatro años, y lleva nueve en el sector servicios, dice que los clientes le lanzaron bebidas y sándwiches, pero que nunca antes había experimentado algo tan violento en el trabajo.

“Tuve que trabajar con comida en la cara y el pelo durante las cuatro horas siguientes porque no enviaron a nadie a relevarme”, explica Russell. Además, dijo que fue a urgencias después de su turno.

Hayne fue encontrada en su casa siete minutos después de una llamada al 911, dijo el teniente Dan Ciryak de la policía de Parma. El informe decía: “Rosemary [Hayne] admitió que se enfadó cuando un trabajador le hizo incorrectamente la comida en Chipotle y que tiró la comida a la cajera... Estaba arrepentida de lo que había hecho”.

“Fue bastante fácil localizarla, ya que la persona que llamó facilitó los datos de su matrícula y en el recibo de la mujer aparecía su nombre de pila como Rosie junto con su número de teléfono”, explicó Ciryak.

“La salud y la seguridad de nuestros empleados es nuestra mayor prioridad, y nos complace que se haga justicia con cualquier individuo que no trate a los miembros de nuestro equipo con el respeto que se merecen”, declaró Laurie Schalow, directora de asuntos corporativos de Chipotle.

Russell dice que Chipotle fue “insolidario” tras la agresión y que no se sintió segura. “Trabajaba 65 horas a la semana. Estaba agotada. Tenía ansiedad cada día que iba a trabajar”, dijo. Dejó el trabajo un mes después del incidente.

Un local de Chipotle en Manhattan, Nueva York (REUTERS/Andrew Kelly)

Ha recibido comentarios de apoyo de personas de todo Estados Unidos y está encantada de compartir su historia si puede ayudar a otros trabajadores de comida rápida. “Todo el mundo tiene días malos, pero nunca se debe llegar a un punto en el que haya que maltratar a un ser humano”, afirmó.

La mujer afectada está contenta con la sentencia del juez y afirma que “recibió exactamente lo que se merecía” y que ahora podrá ponerse en su lugar. Una campaña de GoFundMe ha recaudado casi USD 2.000 para Russell, quien dijo que ha utilizado el dinero para ayudar a pagar sus facturas y espera comenzar pronto la terapia. Ha conseguido un nuevo trabajo en un Raising Cane’s. Espera ser ascendida a gerente en los próximos meses.

(*) The Washington Post

(*) Amber Ferguson es editora senior de video. Anteriormente, trabajó en el turno de noche para el equipo Morning Mix y cubrió la campaña presidencial de 2016 para HuffPost. Se incorporó a The Post en 2017.