Hunter Biden se declaró no culpable de tres cargos en un tribunal federal el martes, el siguiente paso en una larga investigación que podría dar lugar a que su juicio penal colisione con la campaña electoral presidencial de su padre en 2024.
Los fiscales federales acusaron al Biden más joven en una acusación de cuatro páginas el mes pasado de hacer dos declaraciones falsas en 2018 cuando completó el papeleo para comprar un arma. Biden afirmó en el formulario que no era adicto ni consumía drogas ilegales, dice la acusación, “cuando en realidad, como él sabía, esa declaración era falsa y ficticia.” También se le acusa de posesión ilegal del arma.
El acuerdo al que Biden había llegado con la fiscalía se vino abajo durante el verano, lo que dio más argumentos a los republicanos que han acusado al Departamento de Justicia de gestionar mal el caso.
El acuerdo le habría hecho declararse culpable de dos delitos fiscales menores y admitir la posesión ilegal de un arma, pero sin llegar a declararse culpable de ese delito grave.
Después de que el acuerdo se vino abajo, el fiscal federal de Delaware David Weiss -el fiscal que ha supervisado la investigación desde que comenzó durante la administración Trump- le pidió al fiscal general Merrick Garland que lo convirtiera en un abogado especial, una designación que le daría una autoridad más clara para presentar cargos fuera de Delaware.
Weiss sopesa ahora si presenta cargos fiscales contra Biden en California, según personas familiarizadas con el asunto que hablaron bajo condición de anonimato para discutir un caso delicado.
Los republicanos, incluido el ex presidente Donald Trump, han intentado vincular al presidente Biden con las supuestas irregularidades de su hijo, y han convertido la investigación sobre Hunter Biden en un punto central de la carrera presidencial de 2024.
La ley federal prohíbe poseer un arma mientras se consumen drogas ilegales. Hunter Biden ha reconocido públicamente ser adicto a las drogas en el momento de la compra del arma en 2018. Supuestamente poseyó el revólver Colt durante 11 días.
Según las directrices federales de sentencia, Biden podría enfrentarse a hasta 10 años de prisión, aunque en realidad, dado que no tiene antecedentes penales y no está acusado de un delito violento, probablemente se enfrentaría a mucho menos tiempo.
“Que Hunter Biden poseyera un arma descargada durante 11 días no suponía una amenaza para la seguridad pública, pero que un fiscal, con todo el poder imaginable, se doblegue ante la presión política supone una grave amenaza para nuestro sistema de justicia”, declaró el abogado de Hunter Biden, Abbe Lowell, después de que los fiscales acusaran a su cliente.
Hunter Biden ha reconocido públicamente que era adicto a las drogas en el momento de la compra del arma.
© The Washington Post 2023