El disparo que recibió un adolescente afroamericano que llegó a una casa equivocada en Kansas City, Missouri, el pasado jueves ha desatado la indignación en Estados Unidos, no sólo por ser el último caso de violencia armada, sino también por las leyes de “mantenerse firme”, que se han convertido en un punto crítico en los debates nacionales sobre las agresiones con armas de fuego, la autodefensa y la discriminación racial.
El lunes, Andrew Lester, un hombre blanco de 84 años, fue acusado de dos delitos graves después de que la policía asegurara que le disparó a Ralph Yarl, un joven de 16 años que fue a la casa equivocada después de que lo enviaran a recoger a sus hermanos gemelos donde un amigo.
Lester, quien fue detenido este martes, le indicó a la policía que estaba “muerto de miedo” cuando Yarl apareció en su puerta la noche del jueves, según consta en la denuncia penal.
Yarl recibió dos disparos, uno de ellos en la cabeza, pero sobrevivió y ahora se recupera en casa. El fiscal del condado de Clay, Zachary Thompson, puntualizó en una rueda de prensa que había “un componente racial en este caso”.
Esto es lo que se conoce hasta ahora del caso de Ralph Yarl:
Qué pasó en Kansas City
La noche del pasado jueves, Ralph Yarl fue a recoger a sus hermanos a la casa de un amigo en Kansas City. Pero se equivocó de residencia, faltando sólo una cuadra de la dirección real.
Al tocar el timbre le dispararon dos veces: una en el brazo y otra en la cabeza.
“Yarl no entró a la casa”, aseguró el fiscal Thompson.
En su declaración a la policía, la víctima dijo que vio aparecer a un hombre detrás de la puerta después de tocar el timbre y, sin mediar palabra, le dispararon varias veces. Gritó y corrió a las casas cercanas pidiendo ayuda, pero colapsó al final de la calle, aseguraron varios testigos.
A las 21:52, hora local, la policía llegó al lugar luego de recibir una llamada al 911. El octogenario le dijo a los oficiales que disparó su pistola Smith & Wesson calibre .32 porque temía que alguien intentara entrar a su casa.
Una ambulancia llevó a Yarl a un hospital, donde permaneció internado hasta el domingo.
Quién es Ralph Yarl
Yarl es estudiante de tercer año de Staley High School.
Descrito como “un excelente estudiante y un músico talentoso” por el superintendente de las escuelas de North Kansas City, Dan Clemens, Yarl es conocido por su amabilidad y comportamiento tranquilo, dijeron sus amigos y conocidos a The Washington Post.
“Es un gran tipo en todos los sentidos”, dijo un compañero de clase. “Los maestros lo aman. Los estudiantes lo aman. Todo el mundo ama a Ralph”.
Qué se sabe del agresor
Andrew Lester relató a la policía que estaba en la cama cuando escuchó que alguien tocaba el timbre.
Dijo que pensó que un hombre negro de “1,82 metros de altura” estaba tratando de abrir su puerta, según la denuncia penal. Fue entonces cuando abrió fuego.
Lester le aseguró a los oficiales que “era lo último que quería hacer, pero estaba ‘muerto de miedo’” por el tamaño de la persona y su incapacidad para defenderse.
“Él creía que se estaba protegiendo de una confrontación física y no podía correr el riesgo de que entrara el hombre”, dice la denuncia. Estaba “visiblemente molesto y expresó repetidamente su preocupación por la víctima”.
Cuáles son los cargos que se presentaron
El fiscal del condado de Clay, Zachary Thompson anunció que el agresor fue acusado de asalto en primer grado y acción criminal armada.
El asalto en primer grado es un delito grave de clase A, el nivel más alto en Missouri, y conlleva una pena de cadena perpetua. Por acción criminal armada pesa una pena de tres a 15 años de prisión.
Thompson aseguró que los fiscales no habían presentado cargos por intento de asesinato o delitos de odio porque “conllevan un rango de castigo más bajo que el que se le imputa actualmente al acusado”.
Las leyes de Missouri de “mantenerse firme” y “doctrina del castillo” dicen que los propietarios pueden usar la fuerza letal en un acto de defensa propia. Los expertos dijeron el lunes que los dueños de propiedades deben poder probar que se estaba produciendo una amenaza activa.
Qué pasó con el agresor
Lester fue arrestado el jueves por la noche, pero fue liberado horas después. Las autoridades indicaron que una ley estatal requiere que se presenten cargos contra un sospechoso dentro de las 24 horas posteriores al arresto o deben ser liberados.
“En este caso, estaba claro que era necesario realizar una investigación adicional para que pudiera construirse sobre una base sólida”, dijo Thompson en una conferencia de prensa.
Después de que los fiscales presentaran cargos el pasado lunes, se emitió una orden de arresto contra Lester y se fijó una fianza de 200.000 dólares. El martes por la tarde, Lester se entregó a la policía en el centro de detención del condado de Clay.
Cuál fue la reacción de la gente
El tiroteo del jueves provocó una protesta generalizada por la aparente demora de los funcionarios en identificar y presentar cargos contra el tirador. El domingo, cientos de personas marcharon hacia la casa de Lester, exigiendo justicia.
La Casa Blanca confirmó que el presidente Biden habló con Yarl por teléfono y “compartió su esperanza de una rápida recuperación”. La vicepresidenta Kamala Harris indicó que tanto ella como su esposo, Doug Emhoff, estaban orando por Yarl y su familia.
“Seamos claros: ningún niño debería vivir con el temor de que le disparen por tocar el timbre equivocado”, escribió Harris en Twitter. “Todos los niños merecen estar seguros”.
La actriz Halle Berry pidió el “arresto inmediato” y “cargos apropiados”.
“Este niño inocente ahora está luchando por su vida”, escribió en una publicación con la foto de Yarl. “Este podría ser tu hijo. Esto NO debería suceder. ¡Por favor hagan algo!”
El mariscal de campo de los Kansas City Chiefs, Patrick Mahomes, también expresó su indignación durante una conferencia de prensa.
“Esperemos que el sistema de justicia haga lo correcto por él y por todos los involucrados, y podamos no tener que tener estas conversaciones, y podamos responsabilizarnos mutuamente por nuestras acciones”, dijo Mahomes.
(c) 2023, The Washington Post
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