Desde que consiguió su primer récord Guinness en 2011, el italiano, Silvio Sabba, ha convertido los desafíos extremos en su principal motivación. Con más de 200 títulos mundiales en disciplinas que van desde pruebas atléticas hasta actos insólitos, su nombre se ha vuelto sinónimo de perseverancia y creatividad. Sus logros le han otorgado el prestigioso título de ICONO de Guinness World Records 2025, que se suele publicar a finales del año, consolidando su lugar en la historia.
El recorrido de Sabba comenzó con fuerza cuando rompió su primer récord en 2011: “la mayor cantidad de sentadillas en un minuto (con una sola pierna)”, aunque el título fue superado en 2016 por el alemán William Rauhaus. Desde entonces, su ambición lo llevó a explorar desafíos en diversas categorías, desde pruebas de fuerza hasta actos de destreza únicos.
Algunos de sus récords más extraordinarios incluyen:
- Equilibrar 247 CD con un solo dedo, logrado en Milán el 12 de julio de 2015.
- Saltar sobre una cama de clavos, récord establecido el 23 de diciembre de 2019 en Rodano, Italia.
- Realizar 30 sentadillas en una tabla de equilibrio con una mochila de 36 kilos en un minuto, registrado en 2017.
- Construir una pirámide de LEGO de 6 niveles en 14,69 segundos.
- Apilar un juego de dominó en 13,16 segundos.
- Levantar 70,8 kg con un press de barra sobre una tabla de equilibrio.
Cada uno de estos títulos fue un testimonio de su dedicación y creatividad. Como él mismo dice: “El cielo es el límite cuando se trata de récords creativos”, según Guinness World Records.
“Es un honor para mí que mi nombre pueda figurar en una lista de superindividuos del más alto nivel”, afirmó Sabba al recibir el codiciado certificado ICON. “Ser un ICONO Guinness World Records significa convertirse en un ejemplo para aquellos que rompen récords”, expresó el atleta.
Más allá del mundo de los récords, Sabba se dedica a causas solidarias, especialmente ayuda a niños en tratamiento contra el cáncer. En colaboración con Salani Editore y Guinness World Records, ha entregado libros Guinness a pacientes pediátricos en hospitales italianos.
En su cuenta de Facebook compartió con emoción: “Hoy fuimos a regalar los libros del Guinness World Records al reparto de oncología pediátrica a los pequeños guerreros del instituto nacional de tumores de Milán”.
En marzo de 2019, esta labor le valió el reconocimiento de la Orden del Mérito de la República Italiana, el mayor honor civil del país. Sobre su dedicación, aseguró: “La caridad siempre ha estado en mi ADN y debería estar en el ADN de todos”.
Silvio Sabba construye un legado familiar, personal y social que trasciende los límites del deporte. Su pasión lo ha convertido en un ejemplo a seguir, tanto para sus seres queridos como para una comunidad global de entusiastas de los récords. Su hijo Cristian, heredero de su espíritu competitivo, ha acumulado sus propios récords mientras equilibra su vida escolar y una prometedora carrera deportiva.
En 2022, Silvio y Cristian lograron juntos “la mayor cantidad de saltos de cuerda consecutivos sobre una cama de clavos”, un desafío que Cristian completó con 260 saltos sobre su padre. El impresionante logro fue transmitido en el programa Lo Show Dei Record.
Sobre el potencial de su hijo, Silvio afirmó en 2020: “Creo que mi hijo tiene un gran talento atlético y es muy superior a mí a esa edad. Si sigue creciendo así se volverá muy fuerte”, según Guinness World Records.
Cristian comparte no solo el entrenamiento con su padre, sino también el sueño de convertirse en ICONO de Guinness. “Mi hijo está muy feliz por mí. Y me dijo que también aspirará a un puesto entre los ICONOS”, confesó Silvio.
Sabba nunca elige el camino fácil. Prefiere los desafíos extremos que lo ponen al límite. Una de sus hazañas más arriesgadas fue “saltar sobre la mayor cantidad de personas posible utilizando una pequeña rampa de solo 130 cm de altura en moto”.
“Tenía una gran responsabilidad: ¡la vida de 43 personas!”, recordó emocionado, según Guinness World Records. El salto requirió preparación técnica y una extraordinaria fortaleza mental. “Fue un éxito, pero el espeluznante salto también exigió extraordinarias habilidades técnicas y preparación emocional”, relató.
“En el futuro ya no optaré por discos ‘simples’. Me centraré en lo extremo”, dejando en claro que su espíritu competitivo sigue más vivo que nunca. Cuando se le pregunta por su secreto, Sabba no duda en responder: “¡La terquedad!”. Esa determinación lo ha llevado a desafiar sus límites una y otra vez, superando fracasos y momentos difíciles.
“Pensé en todos los sacrificios, las alegrías y las decepciones”, confesó al recibir su certificado ICON. “En mi cabeza, vi este certificado como la cima de una pirámide. Fue un sueño”. Su motivación trasciende los títulos y reconocimientos: quiere inspirar a otros a perseguir sus propios récords. “Este logro me impulsa a seguir mejorando en todos los aspectos”, afirmó con convicción.