Yolanda, una mujer que decidió vender su espacio de estacionamiento en la céntrica Plaza Abril, en España. Pero no recurrió a los métodos tradicionales de venta; en cambio, implementó una técnica de marketing que podría rivalizar con las estrategias de los vendedores más experimentados del mundo.
Su anuncio comienza de manera directa y llamativa: “¿Problemas para aparcar por la zona, no? Deja de financiar al Ayuntamiento con multas de aparcamiento y cómprame la plaza de garaje que vendo en la Plaza Abril, anda, si es más por ti que por mí”.
El cartel de Yolanda no se limita a ofrecer una solución práctica; también apela a la lógica financiera de los conductores. Al mencionar las multas de estacionamiento, resalta el ahorro potencial que una plaza de garaje privada podría suponer a largo plazo. Esta ingeniosa táctica convierte una simple venta en una propuesta de valor atractiva para aquellos que sufren diariamente la odisea de buscar aparcamiento.
El anuncio termina con un toque personal: Yolanda deja su nombre y número de teléfono, invitando a los interesados a contactarla cuando les venga bien. Esta cercanía y disposición para coordinar la venta según la conveniencia del comprador añade un nivel adicional de confort y confianza en el trato.
La creatividad no pasó desapercibida, ya que un usuario, impresionado por la originalidad del anuncio, comentó: “No me digas que no es maravilloso”. Este tipo de reacciones positivas no solo aumentaron la visibilidad del anuncio, sino que también potenciaron su efectividad al generar una sensación en las redes.
“Sobre este cartel , yo pondría otra hoja, donde intentaría que el tantas veces posible candidato multado, mandara su coche al carajo e intentara utilizar el transporte público o ir en bici si le fuera posible”, “No querráis ver las notas mías” y “Quedé con ella”, son otros de los mensajes en la sección de comentarios.