Un joven argentino que trabaja en una fábrica en China reveló cómo es comer un día en su trabajo

Un joven argentino que vive en China y trabaja en una fábrica, aprovecha su experiencia en Oriente para descubrir y compartir las diferencias culturales que existen entre su país natal y su nuevo hogar. A través de su cuenta de TikTok, Santiago muestra a sus seguidores cómo es su vida diaria en este lugar tan diferente.

Recientemente, compartió un video en el que comparte las comidas que se ofrecen en su trabajo: desayuno, almuerzo y cena. La primera comida del día consiste en un plato de arroz con huevo, pan y verduras, una combinación que a primera vista puede parecer inusual para los paladares occidentales, pero que es muy común en la cultura china.

Al mediodía y por la noche, Santiago tiene la opción de elegir entre dos menús distintos. En una de las filas, los cocineros preparan fideos, agregándoles un caldo con carne para crear una especie de guiso o sopa. En la otra fila, se ofrece una bandeja que incluye arroz con vegetales, carne y melón hervido con ají, una mezcla de sabores que sorprendió gratamente a Santiago. “Estaba rico”, comentó en su video.

Pero más allá de la comida, lo que realmente capturó la atención de los seguidores de Santiago fue la innovadora manera de pagar. En la fábrica donde trabaja, se utiliza un sistema de reconocimiento facial para abonar las comidas. Una computadora identifica el rostro de la persona y automáticamente se realiza el pago. Esta tecnología es una realidad cotidiana en muchas partes de China.

Otro aspecto que llamó la atención de los usuarios de TikTok fue la forma en que se sirven algunos alimentos. En el medio del salón, se colocan dos ollas gigantes donde los trabajadores pueden servirse sopa y otros alimentos. Santiago confesó que lo único que le resultaba un poco incómodo era tener que tirar los restos de comida en unos tachos gigantes al final de la comida.

Para completar la experiencia, una vez terminado el almuerzo o la cena, los trabajadores deben dejar sus bandejas en una cinta transportadora que las lleva hacia la cocina para ser lavadas. Además, es obligatorio lavarse las manos en unas canillas dispuestas al lado de la cinta.

La publicación de Santiago tuvo miles de reproducciones y ‘me gusta’, y generó una gran cantidad de comentarios. “Tengo que pagar con la cara, voy a dejar el sueldo por cada comida amigo”, “Me causó impresión la olla de sopa en el medio del salón y a una altura muy baja. Me dio muy prisión” y “Yo la veo muy rica a la comida”, son algunos de los mensajes.