Una situación inesperada y frustrante se produjo en el subte de Barcelona cuando una pasajera española, perdió su pase de acceso debido a la acción rápida y furtiva de un desconocido. La joven validó su tarjeta en el acceso, pero antes de cruzar el molinete, un hombre pasó corriendo, aprovechando la validación de su tarjeta y descendió a toda velocidad por las escaleras.
Luego del episodio, Natalia decidió grabar un video para compartir su indignación en las redes sociales. Esta experiencia fue relatada por diferentes usuarios mostrando un reflejo de actos indebidos en el transporte público. Según sus declaraciones, “No me ha robado, pero pasó tan rápido que no supe cómo reaccionar”.
El desconcierto de la joven fue evidente al quedarse con su tarjeta ya validada y la pérdida de su viaje. Entre sus palabras de indignación también mencionó: “Literalmente he gritado ‘pero pavo’. Ha sido la única reacción que he podido tener con ese señor que me ha ignorado completamente. Me he quedado con cara de lela flipando”. Esta situación no solo puso en evidencia un comportamiento inapropiado, sino también el impacto emocional en quienes lo sufren.
Debido a la pérdida de su viaje y sintiéndose víctima de una injusticia, Natalia optó por una medida desesperada: saltar los molinetes y colarse en el metro. Sin ocultar su acto, comentó: “He sido delincuente por culpa de esa persona”. Este hecho revela cómo una acción inapropiada puede llevar a otros a tomar decisiones similares fuera de la legalidad, creando un ciclo de comportamientos no éticos.
Es importante destacar que, aunque la chica no sufrió un robo directo, esta situación refleja la necesidad de una mayor vigilancia y control en el transporte público para evitar estos incidentes. Su rápida reacción al subir un video y compartir su experiencia generó un debate sobre la seguridad y el comportamiento cívico en espacios comunes.
Este hecho fue difundido ampliamente, generando diferentes opiniones y reacciones entre los usuarios de las redes sociales y medios tradicionales. Mientras algunos apoyan la frustración y reacción de Natalia, otros cuestionan su decisión de colarse en el metro.
“Eso pasa en Madrid también y en todos lados”, “A mi también me pasó en el metro de Barcelona”, “Bienvenida a Barcelona, esto es típico de aquí”, “Me hace gracia que te extrañe esto cuando yo lo veo cada día”, “Eso pasa hasta en el peaje, se te pegan con el coche”, fueron algunos de los comentarios de los usuarios.