El estadio Santiago Bernabéu se transformó en el epicentro de la música pop con la llegada de Taylor Swift a Madrid, España. Los dos conciertos que dio la artista estadounidense en el marco de su gira mundial “The Eras Tour” no solo agotaron las 60.000 localidades en cuestión de minutos, sino que además desataron una serie comportamientos insólitos entre sus seguidores. La estrella, que no se presentaba en la capital española desde 2011, dejó una huella indeleble en una experiencia que será recordada por mucho tiempo.
Desde días antes del primer concierto, fanáticos de todas partes de España e incluso del extranjero comenzaron a acampar frente al estadio bajo un sol implacable y temperaturas que superaban los 30 grados, en busca de un buen lugar para ver a su ídola. Las entradas más baratas se vendieron por 85 euros y las más caras alcanzaron los 300 euros, aunque en la reventa llegaron a cifras astronómicas. Las tiendas de merchandising cercanas al estadio no dieron abasto y rápidamente agotaron productos como remeras, buzos y pulseras, dejando aún más expuesta la fiebre swiftie.
Taylor Swift dio un espectáculo de tres horas en el que interpretó 45 canciones y realizó 30 cambios de vestuario. A lo largo de la noche, la presencia de celebridades en el palco, como Blake Lively, Eugenia Martínez de Irujo y varios jugadores del Real Madrid, añadieron un toque de glamour al evento. Sin embargo, los auténticos protagonistas fueron, sin duda, los fans, que dieron muestra de su devoción a través de una serie de comportamientos extremos y llamativos que recopiló la cuenta @ceciarmy en X.
Las locuras más grandes que hicieron los swifties españoles por su ídola
Los aficionados que no lograron conseguir entradas para el concierto no se quedaron atrás en demostrar su amor por la cantante. Algunos de ellos pagaron hasta 10.000 euros por un boleto en la reventa, una cifra enorme que demuestra no solo el fanatismo sino también el poder adquisitivo del comprador. Por otra parte una fanática confesó que incluso mataría por estar en la primera fila del show.
Frente al estadio, los fans que no pudieron entrar a uno de los conciertos organizaron un ritual para canalizar la energía de Taylor y sentirse parte del evento. Estos seguidores realizaron una ronda mientras se daban las manos con el fin de “conectar espiritualmente” con su ídola pese a no estar dentro del estadio.
El tiktoker Erra participó de la euforia haciéndose pasar por un fan y, para su sorpresa, fue entrevistado por varios medios que cubrían el concierto. Su actuación añadió un toque de humor y parodia a la noche, ya que hizo una parodia de las swifties que acamparon para ocupar los primeros lugares en las filas.
Entre los asistentes, también hubo un fanático que, consciente de que no conocía las letras de las canciones, imprimió todas las letras para poder seguirlas durante el show. Él mismo se grabó y viralizó el video en las redes sociales para hacer reír al resto.
La creatividad no tuvo límites: muchas personas eligieron ver el concierto desde las terrazas de edificios cercanos al estadio, buscando cualquier ventana o espacio libre que les permitiera no perderse el espectáculo y cantar al unísono los temas de la estadounidense.
En otro video viral, una seguidora confesó que no sabía si amaba más a su propia madre o a Taylor Swift. Esto generó distintos comentarios en las redes sociales ya que no estaban de acuerdo con tal nivel de fanatismo y escribieron comentarios como: “Yo podré ser muy fan de un músico, pero seguro diría a la primera que quiero más a mis padres”, “Así nos va” y “Taylor no les va a dar ni agua”.