En un reciente video que capturó la atención de miles, un creador de contenido español, compartió su experiencia al desayunar en un local gastronómico parisino ubicado a solo dos minutos a pie de la emblemática Torre Eiffel. Para el joven, acostumbrado a los precios más accesibles de su localidad natal Ayamonte, el costo del desayuno en la capital francesa fue una sorpresa notable.
El pedido que Paco Abreu y su amiga Dayana eligieron incluía huevos fritos con queso, acompañados de pepino, tomate y aceitunas, además de cuatro tostadas con manteca y dos pequeños frascos de mermelada. La bebida seleccionada fue un café, servido con una jarra de leche al lado, permitiendo al cliente ajustar la mezcla a su gusto. Una botellita de agua completó la orden.
No obstante, una peculiaridad del servicio fue la demora en servir las tostadas, que tardaron 40 minutos. Esta espera llevó a Abreu y a su amiga a realizar un divertido video. “Llevamos aquí 40 minutos y se les ha olvidado que estábamos desayunando y no nos han traído la tostada, esto en Ayamonte no me pasa, eh,” comentó Abreu, manteniendo el humor frente a la situación.
Cuando llegó el momento del ticket, el monto ascendió a 29 euros en total, equivalente a 14,50 euros por persona. “Ya saben que dicen que los desayunos en París son muy, muy caros. Yo estoy acostumbrado a mis 2,90 euros en mi cafetería de Ayamonte, o un poquito menos incluso”, explicó el tiktoker en su video, que acumuló más de 230 mil reproducciones y 12.000 “me gusta”.
A pesar de la tarifa percibida como elevada para un desayuno, especialmente en comparación con los precios a los que está acostumbrado en España, Abreu reconoce la ubicación privilegiada del café. “A ver, está justo al lado de la Torre Eiffel, pero aún así en Ayamonte desayunas por 1,80 euros,” señaló, dejando un interrogante sobre la relación calidad-precio a su audiencia.
Los seguidores del influencer no demoraron en compartir sus opiniones, mayoritariamente coincidiendo que, aunque el precio podría considerarse alto para un desayuno habitual, la proximidad a uno de los monumentos más icónicos del mundo justifica el costo.
La experiencia compartida por Paco Abreu no sólo resalta las diferencias culturales y económicas entre distintas regiones, sino que también pone de relieve cómo la ubicación de un establecimiento puede influir significativamente en sus precios.
“Me hago un sándwich y me lo como en la torre jajajaja”, “No es caro para estar a dos metros de la Torre, pero, yo iría a una panadería, algo más para llevar y me siento al lado de la torre”, “No se pide una botella de agua, se pide una jarra (te ponen una jarrita )y es gratis”, “Igual que en Tenerife, el mismo precio 14€ está bien”, fueron algunos de los comentarios de los usuarios.