Un restaurante en Álava, España se convirtió en el centro de atención en las redes sociales luego de la viralización de una serie de respuestas agresivas por parte de su propietario a críticas de clientes. Las interacciones, recopiladas por la cuenta @soycamarero, evidencian un trato hostil hacia los comensales que expresaron su insatisfacción con el servicio ofrecido en el establecimiento. Esta situación desencadenó una ola de reacciones y puso sobre el tapete la adecuada gestión de la reputación en línea de los negocios gastronómicos.
La polémica comenzó a surgir cuando la cuenta Soy Camarero compartió en X (anteriormente conocido como Twitter) las desafortunadas experiencias de los clientes en el restaurante, señalando en particular el trato despectivo recibido por parte del personal. Uno de los clientes comentó: “El lugar es precioso, pero el problema lo tiene con las camareras, despectivas a más no poder”. A lo que el propietario del restaurante respondió de forma contundente: “A las retrasadas mentales como tú, y toda tu cuadrilla, os tratamos como os merecéis. A chuparla por ahí, guapi”. Esta y otras respuestas similares acumularon más de 130 mil reproducciones en pocas horas, generando un debate sobre la atención al cliente y el uso de las redes sociales por parte de los negocios.
Las críticas no se limitaron al trato despectivo general, sino que se extendieron a acusaciones de pereza y mala educación hacia el personal. Un comensal expresó su descontento diciendo que las camareras eran “vagas, quejicas y maleducadas”, a lo que recibió una respuesta igualmente agresiva del dueño: “A las estúpidas, engreídas e impertinentes las tratamos como os merecéis, más que nada para no volver a veros esa cara de avinagradas”.
Otras respuestas incluyeron ataques personales, como un comentario sobre la halitosis de un cliente: “Allá tú y tu halitosis. Buen viaje”, o ridiculizar a otro por su comportamiento: “Aprende a comportarse antes de salir de tu guarida”. “Si los clientes son imbéciles se les da lo que se merecen. Si no saben comportarse que se queden en su casa”, señaló el dueño en otra de las interacciones, subrayando la agresividad con la que maneja las críticas.
La serie de respuestas hostiles del propietario sucitó una amplia gama de opiniones en internet, donde algunos usuarios criticaron duramente la falta de profesionalismo y otros cuestionaron la veracidad de las reseñas negativas. Sin embargo, este caso destaca la importancia de un manejo cuidadoso de la imagen para los negocios, especialmente en una era donde las redes sociales juegan un papel crucial en la reputación de cualquier establecimiento.