No caben dudas de que ni bien comenzaron a viralizarse las reseñas y calificaciones a los comercios, muchos usuarios hicieron uso y abuso de ello. En algunos casos, los comentarios, sobre todo referidos con el sector gastronómico, suelen ser bastante duros y eso repercute en la decisión de futuros clientes para acudir al local. Ahí surge un dilema, ya que muchos comerciantes buscan una regulación para lograr algún tipo de control.
Con el tiempo, desde los comercios comenzaron a no dejar pasar algunos críticas por considerarlas injustas y, cuando se trata de defender a sus empleados, en las redes sociales suelen recibir el aplauso de los usuarios.
Sin embargo, en las últimas horas, desde la reconocida cuenta Soy Camarero, que publica muchas de estas reseñas, se vivió algo que sorprendió a más de uno: un empresario español se tomó el trabajo de cuestionar cada crítica negativa con palabras desafortunadas y generó un debate en las redes sobre si la actitud del dueño del lugar fue la correcta.
Entre los comentarios se puede ver la crítica de un cliente: “Un descontrol. Pedimos mesa una semana antes y dentro del restaurante porque íbamos con un bebé y un carro”, comenzó el relato. Y agregó que no había mesa adentro porque fueron ocupadas por clientes sin reserva. Le puso una estrella y dijo que no recomendaba el lugar.
La respuesta del dueño no se hizo esperar: “Está usted muy despistado. Ese no es mi local. El mío es con reserva previa, sino no se puede comer”, hasta aquí todo parecía normal, pero en el cierre subió el tono: “Antes de ponerse a escribir, no tome usted alcohol que le merma sus escasísimas facultades mentales”, escribió acompañado de un DEP (descanse en paz).
Por si esto fuera poco, otro usuario cometió el “error” de cuestionar al lugar y calificarlo también con una estrella: “Asco, asco y más asco, llegamos a las 16.01 a preguntar para comer, de muy malas formas nos dicen que está lleno”. El cliente agregó que había asistido con dos niños pequeños que presenciaron las malas formas del personal. Además destacó que había ido al local de al lado donde allí sí fue tratado como corresponde. “Ahora el impresentable del dueño me dirá de todo como hace siempre en las reseñas negativas pero te voy a dar un consejo, y es gratis: escuchá a los que te critican más que a los que te halagan el oído” y concluyó irónico: “Saludos, campeón”.
El empresario se indignó y sacó su artillería pesada: “Asco, asco pero que mucho asco da trabajar en esta profesión en la época estival y con ganado como usted”. Y agregó: “Su educación es de colegio privado pero desde afuera. Y encima le dejan reproducirse. Lo mejor, castración química para el ganado”, contestó lapidario.
Soy Camarero no abandonó ahí y compartió una queja más antigua de un comensal que cuestionaba que se habían olvidado de su pedido y que le prepararon otro plato para compensar. “Horrible. No volveré”, remató.
El dueño del lugar no dudó en sumar un extenso texto agrediendo al cliente. “A ver chiquitín que te voy a dar tu ración que la vas buscando”, comenzó el dueño del restaurante. Además de decirle que era un “crack contando cuentos”, se tomó el trabajo de defender punto por punto a cada crítica, y no dudó en decirle que no quería volver a verlo en su comercio.
“Por supuesto que no vas a venir más porque si vuelves no te va a atender la chica con tanta amabilidad. Saldré y te sacaré de los pelos a tí y a toda tu estirpe”, escribió. Y para despedirse utilizó una frase cuestionable “DEP, Ryan, que hasta el nombre es de tontos. Espero que te haya dado una cagadera y te pases toda la tarde en el baño”, dijo molesto.
El posteo rápidamente se hizo viral y acumuló más de 64 mil reproducciones y miles de “me gusta”, además de los comentarios de los usuarios sorprendidos con las respuestas del restaurante.
“Hay propietarios que llevan muy mal las reseñas negativas. Yo conozco uno que es un border”, “¿En serio le ha deseado a alguien que la paella que se ha llevado de SU local le haya producido una cagalera?”, “Me sorprendería que aún siguiera abierto, la verdad”, “Las dos primeras, parecen merecidas. La última… no lo creo. No es deshonroso aceptar que el negocio ha errado, y disculparse, pero sí lo es defenderse insultando”, fueron algunos de los comentarios de la publicación.