Las alergias o intolerancias relacionadas con la alimentación son habituales y las redes sociales muestran constantemente testimonios al respecto. En ese marco, el chef Ignacio Solana, propietario del restaurante español Solana, premiado con una estrella Michelin y dos Soles Repsol, generó controversia al expresar su frustración por tener que preparar un menú para una boda que contará con la asistencia de 20 personas alérgicas.
En un comentario que causó revuelo en las redes, Solana compartió su sorpresa ante la creciente necesidad de ajustar sus platos para acomodar a comensales con diversas intolerancias.
El chef tomó su cuenta de redes sociales para expresar su asombro, comentando: “Tener 20 alérgicos para una boda… si en las bodas de los 80 y los 90 le plantan esto a un cocinero… no aparece un alérgico ni de lejos”. Su publicación iba acompañada de una imagen con la lista de intolerancias alimentarias que habían proporcionado algunos de los invitados: gluten, lácteos, pescado y mariscos, cerdo, carne, pimiento, manzana, entre otros.
Sin embargo, la reacción no fue la esperada. En lugar de suscitar empatía por el desafío que enfrentaba, las respuestas fueron mayormente críticas. Algunos usuarios expresaron su preocupación por la seguridad de los comensales al señalar que las alergias alimentarias son más que “caprichitos” y que en algunos casos pueden tener consecuencias mortales.
Fue tal la repercusión de su tuit que, hace unas horas, el reconocido chef decidió publicar un comunicado en su cuenta explicando la situación: “En ningún momento la intención ha sido la de ofender, ridiculizar o banalizar las alergias o intolerancias alimentarias a las que, por cierto, los profesionales del sector al que pertenezco prestamos mucha atención”, comenzó diciendo.
Luego aclaró que lo que buscaba era reflejar la mayor complejidad de elaborar menús con tantas y diversas intolerancias. Sin embargo, aclaró que con trabajo y esfuerzo adaptaron sus ofertas gastronómicas a todos los comensales para que pudieran disfrutar.
Además, señaló que desde su empresa tienen en claro que “en primer lugar están los clientes, mis clientes y las demandas de estos. Y nuestra experiencia, y la mía en particular ha demostrado, entre otras cosas, a lo largo de los años haberse sabido adaptar siempre a todas estas particularidades con profesionalidad y mismo rigor como hacemos cada día”. Para finalizar, decidió disculparse con las personas que se sintieron ofendidas por sus palabras.
El tuit de la polémica, publicado el 15 de agosto pasado, había cosechado más de 3 millones de visualizaciones y miles de comentarios cuestionando su queja.
“Toda mi solidaridad con la estrella Michelin Ignacio Solana, que tiene que atender los caprichitos de una pareja de novios que no quiere que 20 familiares y amigos mueran con su comida”, “Con lo fácil que es repartir bolígrafos de epinefrina…”, “A los que somos alérgicos (con cuarenta tacos...) no nos hacen gracia idioteces como las de Ignacio”, “Ignacio quiere una boda de sangre”, fueron algunos de los comentarios en el tuit viral, que impulsaron al chef a emitir un comunicado.
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