La majestuosa Fontana di Trevi, uno de los símbolos más icónicos de la Ciudad Eterna, se convirtió en el epicentro de la controversia cuando un video en TikTok mostró a una turista desafiando las normas al escalar la fuente para llenar su botella de agua. La acción, que desató una ola de indignación en las redes sociales, ocurrió el pasado 18 de julio, pero recientemente cobró relevancia al propagarse por distintas plataformas.
La mujer fue capturada en el acto y el video no tardó en circular por las redes sociales. Publicado por el medio La-Lista, se puede observar el momento en el que la turista se alzaba sobre el manantial centenario para recoger agua con su botella. Rápidamente, la escena tomó un giro inesperado cuando sonó el silbato de alerta de un oficial de policía y la visitante comenzó a retroceder, siendo abordada por una funcionaria con un chaleco amarillo.
El intercambio entre la turista y la funcionaria, que pareció más un interrogatorio que una conversación amistosa, culminó con la retirada de la mujer de la fuente. Los espectadores que se encontraban presentes mostraron su descontento, evidenciando su consternación por la falta de respeto hacia el emblemático monumento histórico de Roma.
La reacción no se limitó a la escena en el lugar, sino que se expandió a las diferentes redes. El video, que se viralizó rápidamente, atrajo la atención de los usuarios de TikTok, quienes expresaron su desconcierto y críticas hacia la turista. “¿Cómo puede subirse a la misma Fontana di Trevi?”, “No te puedes meter ahí porque si no se convierte en un natatorio. Uno va a llevar la botellita, el otro se tira de cabeza y termina siendo cualquier cosa”, “Esa agua tampoco se debe beber. ¿Qué le pasa?”, “Cárcel por inconsciente”, fueron algunos comentarios de los usuarios de la red social china.
Esta intrusión en la Fontana di Trevi reavivó el debate sobre la importancia de conservar y preservar los monumentos históricos en un mundo cada vez más conectado digitalmente. Las redes sociales, si bien pueden ser plataformas poderosas para compartir experiencias y conocimientos, también pueden exponer comportamientos irresponsables que desafían la integridad cultural y patrimonial de una ciudad como Roma.
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