En un mundo cada vez más dominado por la tecnología y la modernidad, ciertos sonidos tradicionales que evocan tiempos pasados logran despertar emociones y recuerdos en las personas. Eso es precisamente lo que sucedió con Rachel Anne, una estadounidense residente en Madrid, cuya reacción al escuchar el inconfundible sonido del afilador se hizo viral en las redes sociales.
En un video compartido en su cuenta de TikTok, Rachel capturó el momento en que el característico sonido del afilador llegó a sus oídos mientras el trabajador recorría las calles de Madrid. Con una mezcla de sonrisa y desorientación, se preguntó en voz alta: “¿Es eso la Policía?”. Pero pronto, entre risas, sugirió: “Espera, no. ¿Una furgoneta de helados?”.
Mientras el afilador continuaba anunciando su presencia con un amable grito de “¡Atención, señoras! ¡Ha llegado el afilador a la puerta de su casa! ¡Salgan!”, el perro de Rachel se mostraba igual de intrigado, tratando de seguir el sonido que se alejaba rápidamente en su bicicleta.
El video, que en pocas horas capturó la atención de los usuarios de la red social china, se convirtió en un viaje nostálgico para muchos. Uno de ellos explicó que este afilador en particular llevaba un mensaje grabado, lo que le daba un toque moderno. Otro comentó emocionado que llevaba 40 años sin escuchar el famoso “piruriiiiii piruru” del afilador y se preguntaba si aún existían. La misma Rachel confirmó que lo había escuchado tanto en Galicia como en Madrid, indicando que este oficio tradicional todavía perdura.
El video se convirtió en un imán para la nostalgia, y los comentarios reflejaron una sensación de añoranza compartida. Muchos mencionaron que el sonido del afilador era un clásico en América Latina y recordaron cómo los afiladores de sus barrios solían gritar su presencia. También hubo referencias a la versatilidad de estos trabajadores, que no solo afilaban cuchillos, sino que también se encargaban de arreglar cacerolas y ollas.
En menos de 24 horas, el video obtuvo alrededor de 75 mil visualizaciones, más de 4.500 ‘me gusta’ y cientos de comentarios que resaltaron el valor nostálgico de esta tradición que parece resistir al paso del tiempo. “Hace mil años que no veo uno”, expresó un usuario, reflejando cómo en algunos lugares, ciertos aspectos de la cultura popular también tienden a desvanecerse con el tiempo.
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