En Australia, los ataques protagonizados por dingos se han convertido en una verdadera preocupación. Recientemente, una turista francesa fue mordida por uno de estos perros salvajes en una playa australiana, generando pánico en las redes sociales y haciendo que el video del incidente se vuelva viral.
El ataque ocurrió cuando el perro dingo, de cuerpo delgado, paseaba entre los bañistas. De repente, se acercó a una mujer que estaba tomando sol boca abajo sobre una toalla en la arena. Al percatarse de su presencia, la víctima intentó levantarse, pero el animal la mordió.
La joven fue rápidamente atendida en una sala de emergencias y se encuentra fuera de peligro. El Departamento de Medio Ambiente y Ciencia de Queensland informó que el perro agresor había sido sacrificado, después de protagonizar varios incidentes de “alto riesgo”.
Este no es el primer episodio de este tipo que ocurre en Australia. Según los informes de los medios locales, hace unas semanas otro dingo atacó y arrastró al agua a un niño de 10 años en la Isla K’gari. Este sitio, ubicado en Queensland, alberga alrededor de 200 dingos salvajes que están menos acostumbrados a la presencia humana. A principios de mes, las autoridades tuvieron que sacrificar a otro dingo después de meses de ataques en la isla.
Las autoridades australianas advierten tanto a los turistas como a los residentes del país que no deben alimentar a los dingos ni dejar a los niños solos, ni siquiera por unos minutos. También aconsejan a los visitantes que caminen siempre en grupo para evitar incidentes.
Los dingos australianos son descendientes de perros domésticos y han vuelto a vivir en estado salvaje después de separarse de las poblaciones humanas. Este fenómeno ha despertado gran interés y se ha convertido en objeto de estudio debido a su peculiaridad y ejemplaridad.
“Se cree que el dingo (Canis lupus dingo en términos científicos) tiene orígenes inciertos que se remontan a unos 8300 años atrás, cuando los perros de las aldeas indonesias fueron transportados a Australia y quedaron aislados de su población de origen”, explicó el Dr. Juan Enrique Romero. Además, agregó que “durante esos 8 milenios, los dingos se adaptaron a su nuevo entorno y lograron sobrevivir. Con el tiempo, su genoma ha evolucionado hasta ser claramente diferente de los perros de las aldeas originales”.
El incidente con la turista francesa y los ataques previos enfatizaron la importancia de comprender y tomar precauciones al encontrarse con dingos salvajes en Australia, a fin de garantizar la seguridad tanto de los visitantes como de los residentes. Para las autoridades del lugar, se está convirtiendo en un problema y por eso comparten los cuidados que se deben tener en cuenta para evitar más episodios de este tipo.
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