Explorar un destino turístico de la mano de un lugareño puede ser una experiencia transformadora. Y en el caso de Bali, la hermosa isla indonesia conocida por sus paradisíacas playas y rica cultura, contar con un guía local puede abrir las puertas a un mundo de descubrimientos auténticos.
Una joven, llamada Dafne, compartió un curioso suceso en TikTok de su reciente visita a Bali. Su sorpresa fue en un restaurante de la isla, cuando presenció el inusual apetito de su guía turístico, un empleado de un hostel local. La situación generó risas y desconcierto entre los usuarios de la red social.
En el video, la viajera relató cómo el hombre se ofreció a mostrarle la ciudad a cambio de que ella pagara la nafta y lo invitara a almorzar. Sin embargo, su sorpresa comenzó cuando el guía ordenó cinco platos de comida, sólo para él.
Entre risas, Dafne comentó: “Yo no sé si este señor come tanto o se está aprovechando porque voy a pagar yo”. La joven relató que el hombre había solicitado dos platos llenos de arroz, dos sopas y un generoso plato de carne. Para ella, resultaba una cantidad excesiva de comida.
El video, compartido hace 24 horas, rápidamente se hizo viral, acumulando más de 19 mil visualizaciones y 900 ‘me gusta’. Los comentarios se multiplicaron, con mensajes de los usuarios mostrando empatía hacia la posible situación económica del guía turístico.
“No pasa nada porque es baratísimo, todo eso me ha costado 3 euros, pero me hace gracias que le entre todo”, escribió Dafne en la publicación viral.
Algunos comentarios reflejaban situaciones similares vividas por otros viajeros: “Yo creo que es porque pagas tú. A nosotros también nos lo han hecho”. Otros comentaban con humor: “Hambre atrasada. Se lo hacen a todos los guiris”. También hubo quienes expresaron su preocupación por la alimentación del hombre: “Pobrecillo, pasará hambre. Por ese precio, que pida más y se lo lleve a casa para otros días”.
No obstante, la protagonista del video compartió en sus comentarios que la experiencia no fue negativa y consideraba que ambos salieron beneficiados: “Me dio una vuelta de 8 horas, y le pagué 6 euros entre comida y gasolina, creo yo que ganamos los dos”.
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