Una mujer sufre una pesadilla tras hacerse las uñas: “La piel está en carne viva”

En Reino Unido, Lisa vive un calvario por una supuesta reacción alérgica a productos y ahora apenas puede mover sus dedos

Lisa compartió el sufrimiento que padece por un tratamiento de uñas con gel (Crédito: Facebook Lisa Dewey).

En una impactante historia proveniente de Reino Unido, Lisa Dewey, residente de Pattishall, compartió su dramática experiencia luego de sufrir una supuesta reacción alérgica a los productos utilizados en la decoración de sus uñas. Durante varios años, Lisa había utilizado gel para el cuidado de manos sin enfrentar ningún problema, pero todo cambió en febrero de este año.

Después de su rutina habitual, Lisa notó cómo sus uñas comenzaron a pelarse gradualmente, llegando incluso al punto de mostrar un tono morado en sus dedos. Preocupada, acudió de inmediato a un dermatólogo, quien le diagnosticó una infección bacteriana. El tratamiento recomendado incluía una crema con esteroides y antibióticos.

Sin embargo, dos meses después, tras visitar a su manicura para un tratamiento acrílico, la situación empeoró drásticamente: el estado de sus uñas se agravó y ahora Lisa apenas puede mover sus dedos debido al intenso dolor que experimenta.

La mujer tiene las uñas en carne viva y sufre mucho dolor (Crédito: Lisa Dewey / SWNS).

Lisa sospecha que su reacción alérgica se debe al esmalte de uñas en gel que comenzó a utilizar a principios de este año. En una entrevista con “South West News Service”, expresó su angustia: “Cuando me hice las uñas recientemente, esta vez acrílicas, volvió a ocurrir lo mismo. Ahora mi piel es como papel que se desgarra de mis dedos y no puedo mover las manos debido al dolor”.

Y agregó: “Si me atrapo el dedo con el cinturón del auto me revuelco del dolor, porque la piel está en carne viva. Cualquier cosa perfumada empeora todo”.

Actualmente, los médicos le recetaron una serie de antibióticos para tratar lo que parece ser una infección alérgica. Mientras tanto, Lisa depende de la ayuda de su esposo, Lee, para realizar tareas cotidianas, debido al intenso dolor que experimenta al tocar sus dedos.

Lee, su esposo y padre de sus dos hijas, ayuda a la mujer en sus tareas cotidianas. (Crédito: Lisa Dewey / SWNS).

“Normalmente, no me importa lo que la gente piense de mí, pero ahora oculto mis manos. Es vergonzoso tener las manos en este estado. Solo quiero hacer mi parte para difundir la palabra de que las cosas pueden no ser tan inofensivas como parecen”, concluyó Lisa.

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