El uso de stickers en las conversaciones de WhatsApp se volvió una práctica común para responder a los mensajes en lugar de utilizar palabras. Sin embargo, una vecina de un edificio de Caracas, Venezuela no tomó bien el sticker que utilizaron para contestar a uno de sus mensajes y todo terminó de la peor manera.
A través de su cuenta de Twitter, la usuaria Alejandra Pérez contó lo sucedido: “Denunciaron a un vecino porque usó un sticker en el grupo del edificio”, junto con la notificación y el sticker de la polémica.
Esta historia surrealista generó gran curiosidad en la plataforma, obteniendo más de 3 millones de visualizaciones, 39 mil ‘me gusta’ y cerca de 2.700 retuits desde su publicación. El sticker en cuestión muestra a Pablo Escobar, uno de los narcotraficantes más conocidos a nivel mundial, anotando algo en una libreta de papel, lo que hizo que la vecina se sintiera amenazada.
La vecina, a raíz de esto escribió en el grupo: “Hubo vecinos que publicaron stickers del sicario Pablo Escobar. Debido a los mensajes que se generaron después de estas publicaciones, llevamos el caso a la Casa de la Justicia Penal y Paz de Chacao”, alegando también haber recibido “amenazas”.
Sin embargo, según Alejandra, los habitantes de ese edificio generan problemas por cualquier cosa. “Un día cualquiera estaban peleando porque alguien usó el puesto del estacionamiento de otro vecino… alguien se quejó de que tuvieran conciencia porque había gente con 3 carros sin puesto asignado en el edificio”, publicó la mujer,
En este caso, el conflicto tenía que ver con un vecino que le había ocupado el espacio de estacionamiento. En las imágenes compartidas en su hilo de Twitter, se puede observar cómo la vecina ofendida envía largos textos en mayúscula quejándose, e incluso adjunta imágenes de los planos del garaje para respaldar su argumentación.
Así se desencadenó el problema: “Dos almas respondieron con el sticker de Pablo anotando... Aquí empieza el crimen”. En respuesta, la vecina ofendida preguntó si se trataba de una amenaza, ya que “el sicario era conocido por llevar una lista con la que mandaba matar a todo aquel que estuviera ahí apuntado”.
La tuitera describió el momento en el que llegó la citación para el vecino que envió el sticker: “como el vecino denunciado no estaba, querían dejarle el papel y hacerme firmar como testigo de la entrega, yo firmé y le avisé al vecino que qué demonios, en qué se había metido… a lo que me dice que fue el bendito sticker”, escribió Alejandra.
Pérez esperaba que, con el paso de los días, la situación se calmara y su vecina retirara la denuncia, pero eso no ocurrió: “La señora envió otra crónica avisando que hoy se llevó a cabo la audiencia final del caso y que la juez ya había dictado sentencia”.
“En resumen, conciliaron el caso… instaron a la paz y a que el grupo fungiera como de comunicación oficial, limitando gran parte de las interacciones. Nadie fue preso, tampoco nadie ha vuelto a usar “el sticker del sicario”, concluyó Alejandra en su cuenta de Twitter.
Seguir leyendo: