Taila Maddison es una joven modelo australiana creadora de contenido erótico. Si bien la influencer vendía su material a cientos de usuarios hubo un cliente que le llamó poderosamente la atención. Después de descubrir que su padrastro había gastado casi 2 mil dólares australianos (cerca de 1300 dólares estadounidenses) su relato se volvió viral.
“Nunca planeé contar esta historia en TikTok, pero aquí estamos… Cuando empecé mi sitio web, tenía este cliente que era mi cliente número uno. Fue un seguidor desde el principio. Hablábamos todos los días, me hacía peticiones personalizadas, cosas muy específicas, y también tenía un nombre de usuario muy concreto en la web”, comenzó su relato Taila en su cuenta.
Si bien usa en las redes sociales su nombre completo, tiene un seudónimo para los sitios de adultos. Dividió su relato en dos videos que alcanzaron más de 5 millones de reproducciones. Allí contó cómo fue que descubrió a su padrastro: fue la misma plataforma la que le informó que el cliente que se contactaba con ella también estaba en sus contactos telefónicos.
“Me volví completamente loca intentando averiguar quién era esta persona a partir de mis contactos… Lo reduje a seis personas, y una de ellas era mi padrastro. Me dejé llevar por mi instinto, envié un mensaje a la cuenta del sitio web y dije: ‘Sé quién sos’. A los dos minutos, recibí un mensaje de mi padrastro que decía: ‘Hola Tai, ¿podemos hablar?’”, explicó en su video.
El hombre había vivido con ella “desde que tenía 11 años”. La joven al enterarse lo confrontó y él se lo negó. Por otra parte, fue su madre quién terminó la relación con el hombre. Taila Maddison precisó algunos de los pedidos especiales que le hacía su padrastro. Por ejemplo, cada día le pedía que le mandara fotos de su ropa interior o contenido erótico.
“No he sabido nada de él desde el día en que lo llamé. Ni siquiera quiso entrar en casa para recoger sus pertenencias”, afirmó Maddison al diario The Daily Telegraph. Además remarcó que bloqueó al hombre de todas las plataformas y páginas en las que tiene usuarios.
Asimismo, la modelo instó a otras personas que crean contenido en sitios para adultos a que entiendan y asimilen que “es muy probable que alguien de su escuela, gimnasio, lugar de trabajo o incluso de su propia familia esté observando todos sus movimientos”.
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