Los especialistas aseguran que el envejecimiento en los perros es mucho más rápido durante los primeros dos años de vida y varía entre las distintas razas. Las más grandes, maduran más rápido y tienden a vivir vidas más cortas. Consiguen un ‘alto nivel’ a los cinco años. Las razas de tamaño medio tienen alrededor de siete años para llegar a esta fase avanzada, mientras que las pequeñas o “toy” no se convierten en mayores hasta los 10. Normalmente solo viven de 10 a 13 años pero Bobi alcanzó un récord Guinness: cumplió 31.
Bobi es un Rafeiro do Alentejo de pura raza y nació en mayo de 1992. Guinness World Records ha confirmado que no es sólo el perro vivo más viejo en la actualidad, sino que es el perro más viejo de la historia. Bobi vive en el pueblo rural Conqueiros en Leiria, al oeste de Portugal. Allí ha ha vivido toda su vida y siempre ha comido lo mismo que sus dueños, quienes le atribuyen la longevidad a su ambiente tranquilo. Su salud está dañada y ahora es menos aventurero. Entre sus actividades favoritas se encuentra relajarse junto al fuego de su chimenea.
Leonel Costa es uno de sus dueños. Adoptó a Bobi cuando tenía ocho años. Ahora tiene 38. Si bien no fue bien recibido por su padre, para evitar que se enojara, junto a sus tres hermanos lo mantuvieron en secreto cuando era sólo un cachorro. Leonel, además de atribuirle su longevidad a la comida y al cuidado que le dieron en familia, asegura que también fue por el ambiente tranquilo en el que creció su mascota.
Bobi nunca ha estado encadenado o con correa. En cambio, ha tenido libertad para vagar por los bosques y las tierras de cultivo que rodean la casa de la familia Costa. Además, la madre del perro fue longeva: Gira vivió hasta los 18 años.
Ahora, en su vejez, su vista está fallando y disfruta cuando está más cerca de la casa. Pasa sus días jugando con los gatos de la familia en el jardín trasero.
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