En la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, el restaurante “Enoteca María” hace algo muy diferente a lo que se encuentra en otros locales gastronómicos. Este establecimiento no tiene chefs ni cocineros de renombre, sino que solo emplea a abuelas de diferentes partes del mundo para diseñar el menú de cada día.
Cada día de la semana, una abuela diferente se encarga de cocinar para los comensales. Estas abuelas son de diferentes partes del mundo y los comensales pueden esperar probar auténticos platos caseros de cada cultura.
El propietario del restaurante, Jody Scaravella, comenzó este negocio después de la muerte de su abuela Domenica y la pérdida de su mamá, por lo que sabía que extrañaría las comidas caseras que solía disfrutar con su familia y decidió abrir “Enoteca María” como una forma de traer de vuelta esa sensación de hogar y comunidad frente a la cocina moderna o vanguardista.
Este restaurante está situado en el histórico barrio de St. George, en el distrito de Staten Island, y su dueño consiguió que ancianas de más de 30 países distintos cocinen los platos típicos de sus tierras.
Gracias a la diversidad cultural, el restaurante cuenta con todo tipo de comidas que incluyen pastas, pizzas, carnes, especias y verduras de distintos países. Cabe destacar que como muchas abuelas no tienen experiencia cocinando para muchas personas, reciben previamente un entrenamiento para poder garantizar un mejor servicio.
En ese sentido, el restaurante también ofrece un curso gratuito de tres horas: “Entrenamiento de las nonne”, donde las abuelas enseñan sus secretos para conseguir un plato tradicional perfecto.
En resumen, “Enoteca María” está haciendo algo verdaderamente especial al emplear solo a abuelas para cocinar platos caseros auténticos de todo el mundo. Esta experiencia única atrajo a muchos comensales y se convirtió en uno de los lugares gastronómicos más populares de la ciudad.
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