El influencer tiene 29 años y vive en Los Ángeles. Es fanático de compartir las tendencias y su glamorosa vida en Instagram. Tiene casi 95 mil seguidores y desde allí muestra todos sus looks. Sus prendas se caracterizan por ser, casi siempre, de color rosa. Además, acompaña sus outfits con accesorios repletos de brillos y bolsos de lujo. Sus marcas favoritas son Balenciaga, Dolce & Gabbana, Chanel y Louis Vuitton. “Mi estilo es muy llamativo, muy lujoso, muy pop. Soy muy elegante también”.
Su perfil está repleto de prendas en tendencia como microbikinis, minifaldas, vestidos ajustados y catsuits. “Sé quién soy, así que no me importa lo que la gente tenga que decir sobre mí”, afirma Cory en sus redes.
Kim Kardashian es la ídola de Cory y su ejemplo a seguir. Para conseguir una figura similar a la de la empresaria gastó más de 100 mil dólares en operaciones. Conoció a la mismísima Kim y trabajó con su marca de fajas Skims.
Además, se realizó otras intervenciones estéticas como liposucción, inyecciones de glúteos, relleno de labios, de mejillas, de mandíbula y bótox. “Lo hice solo porque quería un trasero más grande. La gente me dice que no necesito otra cirugía, pero no me importa”, aseguró el joven.
Cory hace ejercicio seis veces a la semana y lleva un plan muy rígido de alimentación y cuidado. El influencer asegura estar acostumbrado a que lo miren mucho por las calles de Los Ángeles, aunque afirma que “la gente puede ser un poco dura, pero a mí no me afecta. No me molesta en absoluto”.
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