Un mensaje a su amigo de toda la vida fue el disparador para la historia del hincha que estaba convencido de que Argentina sería campeón del mundo y, luego de finalizar la fase de grupos, decidió tatuarse los resultados de los partidos y el paso a paso a la tan ansiada Copa. Ahora, con el resultado final y cuando todos deciden tatuarse, él corre con ventaja.
Son los amigos argentinos más virales de la Copa del Mundo. No vieron el partido juntos por un “tema de cábalas”. Cada uno debía “sufrir” cada encuentro desde el lugar en donde Argentina derrotó a México. Gonzalo De Santis debía verlos en Luján, en la casa de unos amigos y Leandro Cordasco “prácticamente solo” con el fernet, su compañero que fue el reemplazo del café y las facturas del primer encuentro cuando la Selección Nacional cayó ante Arabia Saudita.
Finalmente, después de sufrir con los penales, Gonzalo terminó el tatuaje y Leandro, como ya lo hizo desde un comienzo, se encargó de compartirlo en su cuenta de TikTok @leandrocordasco. Ahora les gustaría conocer a los jugadores y que les “firmen dos camisetas”. Aunque Gonzalo va por más: “Quiero que Messi me firme el tatuaje”.
“¡¿Qué te hiciste, boludo?! Flasheaste. ¡Hay que esperar un poco!”, le decía Leandro a su amigo. “¿Qué voy a esperar amigo, si hace 34 años que vengo esperando y no llega, boludo? Todos dicen: ‘si gana me lo hago’. Es lo mismo que el que dice: ‘si consigo trabajo me voy a Luján caminando’. ¿Por qué no vas caminando a Luján primero y después te fijás si te llega el laburo? Todos hacen la misma: ‘si gana me lo hago, si gana me lo hago’ y ¿qué estás sacrificando? Nada, si van a la fija. No, esto es para valientes. El que no, que se baje antes”, le contestaba Gonzalo.
Y, a pesar de que muchos decían que estaba loco, finalmente demostró que era el único convencido del desenlace mundialista. “Cuándo te digan loco, deciles que sí. Si vos creés en lo que estás haciendo, creélo siempre. Si nadie te consulta a vos para hacer nada de su vida, ¿por qué vos le vas a consultar a los demás, qué hacer con la tuya?”, dice el hincha más confiado.
Se conocen desde muy chicos. Tienen 34 y 36 años; uno es abogado y el otro comerciante; uno es de Boca y el otro de River pero los dos vibraron con la Selección Nacional y transmitieron ese optimismo. Ahora falta esperar por el tatuaje de Leandro: “Me voy a hacer un tatuaje en toda la espalda”. Su amigo, ya le ganó de mano.
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