Se defendió de un robo y mató al delincuente de una trompada

El hecho ocurrió en Brasil, quedó registrado por una cámara de seguridad y se volvió viral en las redes sociales. La reacción de los usuarios

En Brasil, un hombre se defendió de un ladrón y respondió con un golpe certero. (Twitter:_RupiReportero)

Un hombre mató de una trompada a un asaltante, quien perdió la vida al instante. El hecho ocurrió en Brasil y quedó registrado por las cámaras de seguridad de un local, donde el delincuente había llegado con el fin de robar.

Allí, un hombre joven lo interceptó y, al sentirse amenazado por el delincuente, no dudó en darle un golpe certero en la cara. De inmediato, el ladrón cayó al piso y quedó desplomado, sin reacción alguna. La persona que se defendió llamó a la policía para informar lo sucedido y que interviniera en el caso.

Según las autoridades brasileñas, la trompada en la mandíbula y la caída al piso le provocaron una contusión en la cabeza, lo que provocó una muerte instantánea.

Un hombre se defendió de un robo en Brasil y mató de una trompada al delincuente.

En las redes sociales, el video se volvió viral y la mayoría coincidió en que se trató de una maniobra de defensa personal ante la amenaza que representaba el asaltante, quien insinuó con sacar un arma de fuego al ponerse la mano en la cintura.

“Excelente movimiento de boxeo. Pierna izquierda adelante, gancho de derecha en corto a la mandíbula” y “Todo el mundo tiene un plan, hasta que le meto el primer puñetazo” fueron algunos de los comentarios que aparecieron en la publicación.

En ese sentido, no hubo repudio por el accionar del hombre que mató al delincuente sino que lo defendieron al señalar que se trató de un caso de legítima defensa.

El Gobierno y la legítima defensa

Desde que el presidente Jair Bolsonaro asumió como presidente en enero de 2019, se lanzaron medidas para permitir el acceso a lar armas para promover en la población la defensa personal.

Si bien el caso del hombre que mató al delincuente de una trompada es distinto al tratarse de fuerzas iguales, es decir, cuerpo contra cuerpo, los brasileños que compraron armas ante la falta de garantías en materia de seguridad fueron muchos.

En ese sentido, el registro de cazadores, tiradores deportivos y coleccionistas de armas (CACs) aumentó casi cinco veces en cuatro años (474%), hasta llegar a 673.818 en junio, según datos del Ejército.