Desde hace unos años, el ex boxeador estadounidense –quien ganó en dos oportunidades el título mundial de los pesos pesados en los 80 y quien continúa siendo el deportista más joven en haber conseguido ese título con tan sólo 20 años- recorre las ciudades más importantes de los Estados Unidos llevando su monólogo "Undisputed Truth" ("Verdad Indiscutible"), un gran show donde hace un repaso de su vida, los momentos gloriosos de su carrera y las situaciones más difíciles que atravesó (Vea la galería de fotos en La Vidriera de Infobae)
Luego de su paso por Buenos Aires, donde por primera vez presentó su show subtitulado, Mike Tyson arribó a Punta del Este, donde se lució a sala llena en el Enjoy Conrad. Sobre el escenario, mostró su lado histriónico y desenfadado: sorprendió con sus divertidos bailes, cantó y hasta bromeó con el público asegurándoles que saldrían de la función "con sus dos orejas sanas", en alusión al famoso incidente que protagonizó sobre el ring con Evander Holyfield en 1997.
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"Undisputed Truth" fue dirigida por el ganador del Óscar, Spike Lee. Se estrenó en Las Vegas y ya fue admirada en los escenarios de Broadway. Luego de que en 2012 HBO filmara un especial sobre su éxito, Tyson publicó su autobiografía que se transformó en bestseller del New York Times. Desde entonces, recorre el mundo con un unipersonal que atrapa al espectador por su autenticidad, su contenido emotivo y el relato en primera persona del temible hombre de puños de acero.
Con 50 años recién cumplidos, la leyenda del boxeo hizo un dinámico repaso de los momentos más gloriosos de su carrera y revivió con humor las situaciones más terribles de su vida: narró cómo era vivir en la pobreza absoluta en la que transcurrió su infancia, sus recurrentes episodios de delincuencia en la primera etapa de su vida, las peleas para conseguir dinero -siendo apenas un niño pero con un físico invencible y con el que conseguía ganarle a los adultos más temibles-, las drogas, la cárcel, su multimillonaria bancarrota y hasta bromeó con el hecho de no tener certeza sobre quién fue su padre biológico.
Además de hablar emotivamente sobre su madre, otro de los momentos más conmovedores del show se produjo cuando recordó a Cus D'Amato, el entrenador que fue la salvación de su vida: quien posó sus ojos en él cuando recién comenzaba la adolescencia, lo sacó del reformatorio en que el que vivía y lo encaminó en la senda de la gloria del boxeo mundial.
D´ Amato parece haber cumplido la función de un padre en la vida del ex boxeador: lamentó profundamente su muerte y le agradeció haberle transmitido el valor más importante para un deportista: la disciplina.
En la vereda de enfrente, Tyson lleva al show la imagen de Donald "Don" King -quien fuera su promotor durante muchos años- y con quien terminó su relación en un juicio millonario y hasta se dio el lujo de golpearlo en su propio Rolls Royce.
En otro pasaje del monólogo, se pone serio y recuerda su paso por la cárcel (fue condenado por violación en 1992) y la dura etapa de su adicción a las drogas, una época que asegura haber quedado atrás pero que asume como una batalla diaria, por la que lucha cada día para no volver a caer.
Luego de una turbulenta vida amorosa, "Iron Mike" parece haber encontrado la calma en su tercera esposa, Lakiha Spicer, madre de sus dos hijos menores, Morocco y Milan. "Mi vida es mi familia", aseguró durante la conferencia de prensa, en la que también reconoció tener muy pocos amigos. "Kiki", tal como llama cariñosamente a su esposa, lo acompañó en su viaje por América del Sur para presentar su show en Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay. Desde el inicio del romance, Mike y Kiki formaron una sólida unión y hoy son inseparables.
Durante su estadía en Punta del Este, Tyson entrenó en el gimnasio del Enjoy Conrad y solo salió del hotel para dar un breve paseo por la costa con su esposa. Luego de la función a sala llena en el salón Punta del Este, la estrella del boxeo descansó y, al otro día, partió rumbo a Chile. Antes, se había presentado en el Luna Park, donde –una vez más- recordó con respeto y admiración a Carlos Monzón.
Algunas figuras de nuestro país quisieron conocerlo y viajaron especialmente a Punta del Este para pasar el fin de semana largo en el hotel y presenciar su show. Apasionado por el boxeo, el actor Luciano Castro no quiso dejar pasar la oportunidad de conocer a una de las glorias de ese deporte y arribó a Uruguay acompañado por su pareja, Sabrina Rojas. Quienes se sumaron a la tentadora propuesta fueron Germán Paoloski y Sabrina Garciarena, que viajaron en compañía de su hijo León. También se sumó a la partida Fabián "Zorrito" Von Quintiero y su novia Martina Galli Agulla. Las tres parejas se ubicaron en primera fila y vieron la función acompañados por Juan Eduardo García, gerente general de Enjoy Conrad, y Javier Azcurra, gerente de Relaciones Públicas de ese hotel.