“La milicia es como la denominan ‘un cuerpo especial’ que constituye una especie de bisagra libre, sin control y completamente discrecional, para fungir como una puerta que permite el ingreso incluso de extranjeros con cédulas exprés, guerrilla, paramilitares urbanos como los colectivos y expresidiarios con amplios prontuarios”, le dice a Infobae un alto oficial de la Fuerza Armada a propósito de la activación de los llamados Cuerpos de Combatientes de la Clase Obrera.
El 17 de diciembre, cuando en Venezuela se conmemora la muerte del Libertador Simón Bolívar, el anuncio que hizo Nicolás Maduro Moros fue que “ante todas las amenazas y agresiones reactivaremos con fuerza los Cuerpos Combatientes de la Clase Obrera en todos los centros de trabajo”, mencionando una larga retahíla de “lo juro”, que obliga a repetir a los presentes.
El oficial, a quien Infobae consulta sobre lo anunciado por Maduro, dice que “la juramentación de esos supuestos milicianos, así como la difusión de milicianos que pertenecen a entes públicos y empresas del estado mostrándose con armas, cuyo monopolio corresponde a la Fuerza Armada Nacional y a los órganos de ‘seguridad del Estado’, recordemos que la Milicia, a quien le atribuyen ser el quinto componente de la FAN, no figura como tal en el artículo 328 de la Constitución Nacional”.
Aprecia que “las demostraciones de Nicolás Maduro con los milicianos y la difusión mediática constituyen la enorme debilidad y vulnerabilidad del régimen, al saber que quienes tienen el adiestramiento y capacitación profesional para el empleo de las armas, es decir los componentes de la FANB, como establece la Constitución, no son confiables”.
“A eso debe sumarse el enorme deterioro del apresto operacional, innumerables bajas, deserciones y moral de lucha deprimida, habida cuenta de estar conscientes de la ilegalidad e ilegitimidad, dos conceptos vitales que no acompañan al que a la fuerza insiste en ser su comandante en jefe”.
Resalta que la Milicia, comandada por el Mayor General (Ej) Orlando Romero Bolívar, “está conformada por dos elementos esenciales: la milicia territorial que se subdivide en empleo general, empleo territorial y empleo local, y los cuerpos combatientes, que son los que hacen visibles en recientes apariciones y está integrado por trabajadores de entes públicos y empresas del estado y los sectores productivos adscritos al Estado”.
Ante la pregunta de qué lectura darle al anuncio que hizo Nicolás Maduro, el oficial responde que “tiene empeño de mantener su ilegal e ilegítima posición al frente del Gobierno desconociendo la voluntad ciudadana expresada el pasado 28 de julio”.
Agrega que por eso insiste en “la difusión de imágenes construidas, fabricadas y sin sustento real creíble, empleando micro videos, con grupos de personas que tengan conexiones y vínculos cercanos con los espacios donde se desempeñan en las instancias públicas y que el régimen, como entramado, le puede permitir ciertos privilegios y manejos, razones para esas personas muestren su apoyo sin vacilaciones a un régimen ilegal e ilegítimamente intentando sostenerse en el poder”.
Para el alto oficial las personas que graban o son grabados en esos videos “puede inferirse que muchos están obligados a defender sus intereses, para salir en videos usados por el régimen y su aparato de propaganda como armas mediáticas, para mostrar un músculo falso de apoyo ciudadano a una causa perdida, diametralmente opuesta al interés general de la inmensa mayoría de los venezolanos”.
“Cuando me refiero a que muchos están obligados a defender sus intereses, es un abanico de donde se desprende, desde un cargo, un puesto, un privilegio, quizás el manejo de beneficios lícito o ilícito y, en el caso de otros, su supervivencia o simple sustento de un salario, por el cual son intimidados algunos, coaccionados y manipulados para grabar esos pequeños videos con tan reducido número de personas por ente y organismo”.
Sin respaldo en la FANB
Por otra parte, según el oficial, “el tirano no cuenta con el respaldo del grueso de los mandos medios, bajos y la tropa en general de la Fuerza Armada, esa que cumplió con la Constitución el 28 de julio pasado, al permitir que el proceso fuese respaldado en la totalización de centros de votación que dieron como resultado la victoria de Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela”.
Explica que “mucho antes de las elecciones presidenciales del 28J, se sabía que los efectivos de la Fuerza Armada Nacional cumplirían con su deber en cada rincón del país y así lo hicieron, por lo que se encuentran permanentemente vigilados en cada cuartel, fuerte militar, base naval, base aérea y destacamento donde se encuentran a lo largo y ancho del territorio nacional”.
Esa vigilancia, acota, “es ejercida por el órgano competente para estos menesteres: la Dirección General de Contra inteligencia Militar (DGCIM) y no el SEBIN, ya que la DGCIM posee oficinas e instalaciones en las unidades militares de todo el país y donde no las posee por estar muy alejadas, tiene a sus elementos esenciales de información EEI, agentes o informantes”.
Es así que “a los globos de ensayo, mentiras, narrativas, manipulación y desinformación de un régimen violador de los derechos, destructor de Venezuela, hay que desenmascararlo con una realidad inocultable y con unos hechos ya consumados”.
¿Por qué el empleo de imágenes de los cuerpos combatientes? “Porque son los que dependen de un salario, de manejo, de cierto privilegio, por muy pequeño que este sea y pueden obligar, coaccionar y en algunos casos extorsionar, con amenazas de despido o con amenazas de judicializarlos”.
“El resto, es decir, el voluntariado está desmovilizado, sus bases pérdidas y la gran mayoría aplicó voto castigo y muchos son hoy día opositores. Los poquitos que se vieron en ese reducido espacio frente al llamado balcón del pueblo en Miraflores, son arrastrados incluso por colectivos”.
Milicianos
El oficial que habló con Infobae informa que “la milicia territorial depende de una orden de movilización para que la gente acuda, y eso en mi opinión no ocurrirá”.
“Hay un elemento muy importante a considerar. La milicia es un cuerpo especial organizado por el estado venezolano, integrada por la milicia territorial y los cuerpos combatientes, destinada a complementar a la FANB, en la defensa integral de la nación, para contribuir y garantizar su independencia y soberanía”.
“Eso es lo teórico. En este punto supone la bisagra, cuando sin un mecanismo de control pueden ser incorporados a ese cuerpo extranjeros cedulados de procedencia dudosa, inclusive proveniente de organizaciones terroristas internacionales”.
“No es especulación, todo lo contrario, hay numerosos antecedentes donde se han denunciado cubanos y rusos portando uniformes de la Fuerza Armada, lo mismo puede ocurrir con exiliados del medio oriente residentes en Venezuela que conforman o fueron parte de organizaciones terroristas como el Hezbollah o Hamás”.
Dice que “cuando incluso en el gabinete ejecutivo se tienen ministros de nacionalidad cubana, colombiana e italiana, podemos afirmar que el régimen no repara en complementar las carencias que posee no solo en la Fuerza Armada sino en la milicia territorial que no podrá movilizar, porque sus bases le han dado la espalda, habida cuenta los eventos pre y post electorales”.
Hace énfasis en la milicia territorial, “ya que es la piedra en el zapato más difícil de subsanar para el régimen venezolano, porque está conformada por ciudadanos que “voluntariamente” se organicen para cumplir funciones de defensa integral de la nación, pero público y notorio que el régimen perdió ese voluntariado, por lo que no podrán complementarlo a menos que los apunten con armas”.
Destaca que “la maniobra de la Milicia se circunscribe a tres elementos fundamentales: misión, arma y lugar. Por ello dotar de un arma a un miliciano, así este sea del cuerpo de combatientes, obligado o coaccionado, constituye en sí mismo un ‘arma de doble filo’ ya que el miliciano en circunstancias y momentos, en función de cómo valore que ocurran los acontecimientos, puede hacer uso del arma contra su propio opresor”.
A su juicio “el grado de confiabilidad y seguridad del régimen en su milicia en armas, es decir los pocos que logre y obligue movilizar, es muy relativo y eso lo sabe el régimen”, finaliza diciendo el alto oficial.