El ministro de Interior de la dictadura chavista, Diosdado Cabello, calificó este miércoles de “fascista” y “enferma de odio” a Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Argentina, en respuesta a sus demandas por la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo, secuestrado por las fuerzas de Maduro en territorio venezolano.
Durante su programa semanal transmitido por el canal estatal VTV, Cabello desestimó la versión argentina de que Gallo viajaba para visitar a su familia, acusándolo de ser parte de un “plan terrorista” contra Venezuela con la participación de “mercenarios extranjeros”.
“Es una fascista, una fascista, una enferma, enferma de odio”, expresó Cabello.
Además, según Cabello, las autoridades hallaron “más de 470 fusiles” con los que se pretendía “causar muertes” en el país caribeño, que vive en una crisis política tras las elecciones de julio, en las que Nicolás Maduro fue proclamado ganador de manera fraudulenta por el órgano electoral.
Este martes, la dictadura madurista afirmó que el gendarme argentino Nahuel Gallo está siendo procesado por supuestos “planes terroristas” que comprometen al presidente de Argentina, Javier Milei, y a su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Según el canciller chavista, Yván Gil, “han cometido un grave error y han dejado innumerables pruebas físicas que los comprometen en un plan terrorista”.
Sin embargo, no ofreció detalles ni pruebas verificables de estas acusaciones.
A través de Telegram, Gil afirmó que Milei y Bullrich “fueron descubiertos con las manos en la masa tratando de introducir elementos violentos en Venezuela”. Además, justificó el secuestro de Gallo diciendo que “se quiso infiltrar” en el país y que está siendo procesado “con pleno respeto al Estado de derecho y la justicia venezolana”.
La ministra de Seguridad de Argentina acusó a Maduro de tomar rehenes extranjeros para “asegurarse su impunidad” de cara a la toma de poder del próximo 10 de enero, y prometió conseguir, “como sea”, la vuelta a Argentina de Gallo, a quien considera un “prisionero de guerra”.
Según las autoridades argentinas, el gendarme ingresó desde Colombia, a través de un paso fronterizo terrestre, para dirigirse al estado venezolano de Táchira (oeste), con el “único propósito de visitar a su familia y a su pareja, con quien comparte un hijo en común”.
En redes sociales, la funcionaria argentina advirtió al régimen venezolano que deberá “atenerse a las consecuencias” si no libera al gendarme.
“Secuestrar a un gendarme argentino no te hace fuerte, te muestra desesperado. La Argentina no se somete a tiranos”, expresó Bullrich.
Por su parte, el presidente argentino, Javier Milei, se refirió a la detención de Gallo como un “secuestro ilegal” y también exigió su inmediata liberación.
“Fue detenido por las fuerzas de seguridad a cargo del dictador criminal Nicolás Maduro por el único delito de visitar a su pareja y su hijo”, afirmó.
María Gómez, pareja del gendarme, relató que Gallo fue interceptado por agentes de DGCIM, la Policía política de Nicolás Maduro, en una “camioneta negra”.
Entretanto, el portavoz presidencial argentino, Manuel Adorni, describió al régimen de Maduro como “una dictadura cruel” y afirmó que viajar a Venezuela implica un riesgo inherente.
“Es irracional que uno se vaya a meter en una dictadura que ha hecho un daño horrible al pueblo venezolano”, señaló.
Adorni insistió en que es una “obviedad” evitar viajar a un país gobernado por un régimen represivo, calificando de “sinsentido” cualquier planteamiento contrario.
También aclaró que las consecuencias mencionadas por Bullrich en sus declaraciones se refieren exclusivamente al ámbito diplomático.
(Con información de EFE)