El preso político venezolano Osgual González, de 43 años, murió este lunes en el penal de Tocuyito, en Venezuela, presuntamente a causa de hepatitis. Su fallecimiento suma otro caso trágico en las cárceles del país, donde la atención médica insuficiente es una constante. Familiares de González denunciaron repetidamente la falta de tratamiento adecuado, pero sus pedidos nunca fueron escuchados.
“Siento algo adentro que me ahoga, que no me deja respirar bien, como si tuviera los órganos inflamados”, había confesado el hombre días antes de su muerte, según declaraciones publicadas por el medio El Carabobeño el pasado 11 de diciembre.
Los síntomas de González incluían piel amarilla, labios morados, abdomen inflamado y un dolor intenso, signos compatibles con una enfermedad grave. Sin embargo, el diagnóstico en el penal fue de un simple cólico nefrítico, un cuadro que su familia cuestionó vehementemente. Los médicos del recinto sólo le administraban analgésicos, lo que según sus allegados agravó su estado.
A pesar de los insistentes pedidos de traslado a un hospital, la respuesta fue la indiferencia. Sus familiares, desesperados, llevaron medicamentos en más de una ocasión y pidieron hablar con el director del penal, pero nunca obtuvieron respuestas concretas.
La noticia del fallecimiento llegó de madrugada, cerca de la 1:00 AM, cuando les informaron que el cuerpo de González sería trasladado en un autobús rojo fuera de la prisión. Ahora, su familia está camino a Valencia, desde Barquisimeto, para retirar el cuerpo en la morgue local.
La tragedia no termina ahí. En el mismo penal de Tocuyito permanece detenido el hijo de Osgual González, quien junto a su padre fue sacado de su hogar en Barquisimeto en circunstancias que aún no están claras.
Pedido por los presos políticos
El ex candidato presidencial antichavista Enrique Márquez exigió este domingo justicia por la muerte el pasado jueves de Jesús Rafael Álvarez, el segundo detenido en el contexto de crisis poselectoral en Venezuela que fallece bajo custodia del Estado.
“Exigimos justicia en el caso de Jesús Álvarez, se aclare lo ocurrido con su muerte y se permita su sepelio en el seno de su familia”, escribió el opositor en la red social X.
A su juicio, el régimen de Nicolás Maduro “insiste en tomar el camino de la represión y la negación de los derechos de los ciudadanos, generando una situación de terror”, lo que -expresó- “debe parar”.
“El Gobierno no gana absolutamente nada manteniendo aún más de 1.900 presos políticos. Exigimos su liberación”, dijo Márquez, quien hizo un llamado a “volver a la Constitución”, texto que hoy cumple 25 años de ser aprobado en referendo popular.
Según varias ONG, Álvarez, de 44 años, fue detenido de forma “arbitraria” junto con su esposa, Anny Suárez, el 2 de agosto en el estado Bolívar (sur, fronterizo con Brasil), y estaba recluido en la prisión conocida como Tocuyito, en Carabobo (norte).
El Comité por la Libertad de los Presos Políticos señaló que ambos, con tres hijos, fueron detenidos “sin orden de captura” por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), debido a una “supuesta investigación”, y posteriormente acusados de “terrorismo e instigación al odio”.