El dictador venezolano, Nicolás Maduro, convocó este martes a una movilización masiva de sus simpatizantes el próximo 10 de enero, fecha en la que está prevista la toma de posesión del ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Este llamado se produce en medio de una creciente disputa política con la oposición, que denuncia fraude electoral y reconoce como presidente electo a Edmundo González Urrutia, actualmente exiliado en España.
En un acto transmitido por el canal estatal VTV, Maduro instó a sus seguidores a salir “por millones” a las calles para “jurar por Venezuela, por la independencia y por la patria bolivariana”. Prometió realizar “grandes transformaciones y cambios”, y apeló a la unión de “toda la fuerza histórica” de figuras como Simón Bolívar y el fallecido ex presidente Hugo Chávez. Además, advirtió que cualquier “complot, conspiración o intriga del imperialismo, la oligarquía y el fascismo” será derrotado.
El dictador aseguró que el Palacio de Miraflores, sede del régimen, “jamás caerá en manos de un títere de la oligarquía ni del imperialismo” y confirmó que planea juramentar como jefe de Estado el próximo 10 de enero en la sede de la Asamblea Nacional (AN), controlada por el chavismo.
El pasado 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE), organismo controlado por el régimen de Maduro, lo proclamó vencedor de las elecciones presidenciales para el período 2025-2031. No obstante, la oposición, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), sostiene que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó los comicios. Hasta la fecha, el CNE no ha publicado los resultados desglosados, lo que refuerza las acusaciones de fraude.
González Urrutia, exiliado en España desde septiembre, reiteró este martes que asumirá la presidencia el próximo 10 de enero. “Me veo asumiendo el cargo para el que fui votado por la mayoría de los venezolanos”, declaró durante un acto opositor en Madrid. Sin embargo, reconoció que los dirigentes del régimen “no están dispuestos a acatar la voluntad ciudadana”.
El líder opositor insistió en que encontrará la forma de regresar a Venezuela en la fecha prevista para la juramentación.
Por su parte, María Corina Machado, líder del antichavismo, describió al régimen de Maduro como “peligroso, brutal y desesperado”, aunque aseguró que se encuentra “fracturado”. Señaló que el 10 de enero será una “hora crucial para la democracia en Venezuela”. Según Machado, Maduro tiene dos opciones: aceptar una negociación para que González Urrutia asuma el poder o “prolongar la tiranía”, lo cual, a su juicio, aumentaría la presión interna e internacional contra el régimen.
La Constitución venezolana establece que el presidente electo debe jurar su cargo el 10 de enero ante la Asamblea Nacional. Tanto Nicolás Maduro como Edmundo González Urrutia han anunciado su intención de asumir la presidencia ese día, lo que eleva las tensiones en el país. La PUD, en un comunicado divulgado este martes, instó a la ciudadanía a “resistir” cualquier intento del régimen de perpetuarse en el poder de manera ilegítima.
“Apoyamos la firme determinación del presidente electo, Edmundo González Urrutia, de asumir su mandato porque no es solo su derecho, sino también su deber con el pueblo venezolano”, señaló la coalición opositora. Agregaron que el 10 de enero marcará un punto de inflexión en la crisis política venezolana, ya que “después de esa fecha, cualquier permanencia de Maduro será un acto de usurpación”.
Por su parte, Maduro afirmó que ya fue invitado por la junta directiva del Parlamento para asistir a la ceremonia de juramentación, lo que refuerza la narrativa del régimen sobre su continuidad en el poder pese al mandato popular.
(Con información de EFE)