Omar González, uno de los seis opositores asilados desde marzo en la residencia de la Embajada de Argentina en Venezuela, alertó este domingo de la “crítica” situación que viven en el inmueble -bajo la protección diplomática de Brasil-, donde denuncian un asedio continuo desde el pasado 23 de noviembre.
“Hacemos una alerta urgente a la comunidad nacional e internacional sobre la situación crítica que enfrentamos seis perseguidos políticos asilados en la Embajada argentina en Caracas, bajo el resguardo de Brasil”, expresó en X González, estrecho colaborador de la líder opositora María Corina Machado.
Este sábado, Pedro Urruchurtu y Magalli Meda -también asilados- denunciaron que se cumplió una semana del “asedio” en las afueras del inmueble.
Urruchurtu dijo a EFE que, desde el pasado lunes, están “sin electricidad”, tras el denunciado robo de fusibles eléctricos, y que tampoco permiten el acceso de un camión cisterna con agua potable para reponer lo consumido del tanque de la residencia, que -afirmó- se agotó este sábado, tras varios días racionando su contenido.
“30 de noviembre/6:55 pm: una semana de asedio continuo a la Embajada de Argentina en Caracas, bajo custodia de Brasil, mientras funcionarios siguen afuera. Seguimos sin electricidad e impiden acceso de agua potable. Se acaba de vaciar el tanque de agua, luego de racionar la que quedaba”, denunció Urruchurtu en un mensaje en X.
La mayor coalición opositora -la Plataforma Unitaria Democrática (PUD)- pidió esta semana presión internacional para que cese el “asedio criminal” y “se emitan, cuanto antes, los salvoconductos para los seis compañeros”, entre ellos también Claudia Macero, Humberto Villalobos -colaboradores del partido Vente Venezuela, liderado por Machado- y el e xministro Fernando Martínez Mottola, asesor de la alianza.
Vente Venezuela expresó que aceptar “estas violaciones al derecho internacional crea un precedente muy peligroso para el resto de las sedes diplomáticas en Caracas”. Por tanto, prosiguió, urge “el involucramiento y apoyo de estas para garantizar su propia protección”, pues -agregó VV- “si no hay embajada segura, nadie podrá protegerse de la persecución”.
Los seis opositores ingresaron a la sede diplomática luego de que la Fiscalía los acusara de varios delitos, como conspiración y traición a la patria.
Desde agosto, la embajada argentina permanece bajo la protección de Brasil -luego de la expulsión de los diplomáticos del país austral-, aun cuando el régimen de Nicolás Maduro revocó esta autorización en septiembre por la supuesta planificación de actos terroristas en el interior de la sede por parte de los asilados.
El sábado pasado, la cancillería de Argentina denunció “actos de hostigamiento e intimidación” contra su embajada y exigió a Venezuela que emita “los salvoconductos necesarios” para que los opositores refugiados puedan dejar el país.
El régimen chavista negó posteriormente el asedio. “Que paguen la luz, que paguen los servicios, nosotros no le vamos a regalar nada”, ironizó el ministro de Interior, Diosdado Cabello, en una rueda de prensa.
La situación de asedio se ha presentado en varias ocasiones. El último ocurrió en septiembre, cuando Caracas anunció su decisión de revocar el permiso a Brasil para representar a Argentina. El gobierno de Luiz Inácio Lula de Silva, que se ha negado a reconocer a Maduro como ganador de las elecciones presidenciales, dijo posteriormente que seguirá defendiendo los intereses de Argentina.
(Con información de EFE)