Edmundo González Urrutia denunció que las fuerzas de seguridad del régimen de Nicolás Maduro mantienen un cerco en la Embajada de Argentina en Caracas, donde permanecen seis opositores bajo asilo político. El diplomático afirmó que el asedio, iniciado el sábado por la noche, incluye cortes de electricidad y bloqueos a las comunicaciones, lo que calificó como una grave amenaza a los derechos de los refugiados.
“Continúa el asedio a nuestros compañeros refugiados en la Embajada de Argentina, en Caracas”, escribió González en su cuenta de X.
“Estamos muy atentos y alertando a todos los países y aliados de lo que pueda suceder. Las reacciones no se harán esperar”, señaló González a través de sus redes sociales, refiriéndose al operativo como una escalada en las acciones represivas del régimen.
El disidente Pedro Urruchurtu informó que los agentes chavistas rodearon la embajada y desplegaron drones para bloquear las señales móviles, mientras patrullas policiales permanecen estacionadas frente a la sede diplomática. Asimismo, alertó que los accesos a la calle han sido cerrados, intensificando la presión sobre los refugiados.
Desde la noche del sábado, grupos de encapuchados rodearon la sede diplomática y cortaron el suministro de electricidad, lo que marcó una escalada de hostilidades por parte de las fuerzas de Nicolás Maduro, según indicó Urruchurtu.
El asedio se extendió hasta la madrugada del domingo. A las 2 de la mañana, Urruchurtu Noselli, integrante del equipo de trabajo de María Corina Machado, confirmó que los agentes de seguridad del régimen interrumpieron el suministro eléctrico en la residencia como parte de la ofensiva.
Durante la tarde del sábado, el disidente asilado en la sede diplomática informó que los agentes del régimen chavista bloquearon los accesos en la calle y utilizaron drones para “bloquear la señal móvil”. Estas acciones se sumaron a los intentos de intimidar a los seis opositores que permanecen allí desde hace meses bajo asilo político, tras ser perseguidos por el régimen de Nicolás Maduro y enfrentarse a la negativa de recibir un salvoconducto que les permita salir del país de forma segura.
El comando opositor de María Corina Machado emitió un comunicado rechazando los hechos y exigiendo salvoconductos para los asilados. “Esta acción repetida constituye una clara violación a los convenios internacionales en materia de asilo y diplomacia suscritos por el Estado venezolano”, indicó el documento.
La Cancillería argentina, del Gobierno de Javier Milei, también condenó el cerco. A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que las maniobras del régimen “constituyen una perturbación de la seguridad que debe garantizarse a las sedes diplomáticas de conformidad con el derecho internacional”. Argentina agradeció a Brasil su protección de la sede y pidió a la comunidad internacional que condene estas prácticas.
El último incidente de este estilo ocurrió en septiembre, cuando la situación escaló a nivel diplomático, tensándose incluso el vínculo con Brasil.
El 6 de aquel mes por la noche, la Plataforma Unitaria Democrática denunció que el grupo de disidentes estaba siendo víctima de asedio por parte de oficiales de las fuerzas de seguridad chavistas, que se presentaron con patrullas, encapuchados y armados. Las acciones se mantuvieron durante toda la noche y entrado el sábado, cuando los opositores sumaron que, para entonces, estaban sin luz.
“6:30 am. En la Embajada de Argentina en Venezuela custodiada por Brasil, estamos con la electricidad cortada y con los accesos a la sede tomados”, advirtió Magalli Meda, jefa de campaña de María Corina Machado para las últimas elecciones, víctima de esta persecución.