El embajador de la dictadura venezolana en Brasil, Manuel Vadell, regresará a Brasilia tras dos semanas de haber sido llamado a consultas por el régimen de Nicolás Maduro.
Esta decisión de Caracas ocurre después de una serie de desacuerdos entre ambas naciones, en particular a raíz de la posición de Brasil con relación a las recientes elecciones venezolanas y su negativa a aceptar a Venezuela como miembro del grupo BRICS.
“El embajador no fue retirado definitivamente del país”, aclaró el canciller brasileño Mauro Vieira, quien enfatizó la importancia de mantener un “diálogo y no aislamiento” con el país vecino, incluso en medio de esta crisis.
El dictador de Caracas llamó al embajador Vadell a consultas el 30 de octubre, en respuesta a las declaraciones que altos cargos de Brasil realizaron sobre la situación electoral venezolana.
Las relaciones diplomáticas empeoraron cuando el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, rechazó la incorporación de Venezuela al bloque BRICS, el cual incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Lula subrayó el domingo que la situación venezolana “no es un problema de Brasil, sino de Caracas”, marcando distancia de la crisis política en el país caribeño.
Brasil aún no reconoció la victoria del dictador Maduro
Tras las elecciones venezolanas del 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció la victoria de Maduro, pero el gobierno brasileño ha cuestionado la transparencia del proceso y ha solicitado la publicación de actas y soportes oficiales que confirmen estos resultados, un pedido que Caracas ha ignorado.
Por esta razón, Brasil ha mantenido una posición ambigua: no reconoce la victoria de Maduro ni la del opositor Edmundo González Urrutia, a quien varios sectores de la oposición consideran el verdadero ganador.
La decisión de Brasil de vetar a Venezuela en el BRICS fue interpretada por Caracas como una acción “injerencista y grosera”. Maduro, sin embargo, respondió positivamente al comentario de Lula sobre no involucrarse en la crisis venezolana, describiéndolo como un “punto a favor” para el presidente brasileño.
En una comparecencia ante el Congreso brasileño, el canciller Mauro Vieira señaló que Brasil “no está obligado a reconocer la supuesta victoria de Maduro en las elecciones presidenciales” debido a su política de reconocer Estados y no gobiernos, una práctica diplomática que, según Vieira, busca evitar la politización del reconocimiento internacional.
Vieira explicó que Brasil continúa dialogando con Venezuela como parte de su papel de garante del Acuerdo de Barbados, un pacto entre el régimen y la oposición venezolana que sienta las bases para procesos electorales en el país. También destacó que Brasil fue observador en las elecciones recientes por invitación de Maduro.
El canciller brasileño enfatizó que cualquier solución a la crisis política en Venezuela debe ser “construida por los propios venezolanos” y no impuesta por potencias extranjeras a través de sanciones o aislamiento, ya que estas tácticas “no funcionan”.
Vieira se refirió al caso de Juan Guaidó, quien fue proclamado presidente interino con apoyo internacional, pero cuyo título no tuvo una base real en el país: “Había dos presidentes, pero uno tan solo tenía un título y no tenía un país para gobernar”, subrayó.
Para Vieira, el diálogo es clave en el momento actual: “Esto no tiene nada que ver con injerencia ni con reconocimiento de algo político, sino con las necesidades de una relación” entre países vecinos, concluyó el canciller.
(Con información de EFE)