El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, solicitará ante la Cámara que se declare “persona non grata” a Celso Amorim, el jefe de asesoría especial para asuntos internacionales del Gobierno de Brasil, tras acusarlo de ser “enviado” e “instrumento” de Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en las presidenciales del 28 de julio.
A través de un comunicado firmado por Rodríguez, el legislador afirmó que Amorim participó a “nombre de Sullivan” como acompañante en las presidenciales para “buscar dañar el normal desenvolvimiento de la elección”, cuyo resultado oficial dio la victoria a Nicolás Maduro, un triunfo que Brasil no ha reconocido y -aseguró- ni reconocerá hasta que se publiquen las actas detalladas.
A juicio del también jefe negociador del chavismo, Amorim se comportó “más como un interlocutor del Gobierno de los Estados Unidos” que en “el papel supuestamente asignado” por el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva.
“De allí su posición absolutamente postrada a los designios del imperio agresor contra nuestra nación profundamente celosa de la defensa de su libertad”, manifestó el presidente del Parlamento, de mayoría chavista.
Este martes, Amorim dijo que “el principio de la transparencia no fue respetado” en las presidenciales, por lo que la proclamada victoria de Maduro no puede ser reconocida.
Asimismo, explicó que, en sus intentos de mediación, Brasil se ha orientado por los principios de “defensa de la democracia, no injerencia en asuntos internos y resolución pacífica de las controversias”.
En referencia a esta declaración, Rodríguez señaló: “Si su postura esboza la no intervención en nuestros asuntos, respetuosamente le solicito revise su conducta”.
Tras las presidenciales, la mayor coalición opositora declaró “fraudulento” el resultado oficial y divulgó el 83,5% de las actas electorales reunidas a través de testigos y miembros de mesa que, insisten, son la prueba de la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia, documentos que el régimen considera “falsos”.
Amorim enfatizó que Brasil “no reconoce” el resultado oficial de las elecciones ni tampoco el triunfo que le atribuye la oposición a González Urrutia, hoy exiliado en España.
Las relaciones bilaterales entre ambos países se han deteriorado gradualmente tras las elecciones, sobre todo ante la insistencia de Brasil en la publicación de las actas desglosadas del proceso, como también exige buena parte de la comunidad internacional, al considerar que no hay pruebas de triunfo de ninguno de los candidatos.
La tensión con Venezuela, que se arrastra desde hace semanas, se agudizó la semana pasada, cuando el Gobierno de Lula se negó a aceptar a Venezuela como nuevo miembro asociado al bloque BRICS, fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
(Con información de EFE)