Un total de 44 conflictos laborales se registraron en Venezuela en septiembre -cuatro veces más que los 11 computados en agosto-, la mayoría de estos para exigir “salarios dignos” y “mejores condiciones de trabajo”, informó este martes el Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin).
En su reporte mensual, el instituto detalló que el 56,82 % de los conflictos fueron protagonizados por trabajadores de educación, quienes “estuvieron al frente de las quejas laborales” con el “propósito de ser escuchados por las autoridades gubernamentales”.
Asimismo, informó que trabajadores de la salud ocuparon el segundo lugar con el 13,64 % de los reclamos registrados el mes pasado, mientras que el 29,54 % restante no fue precisado por la ONG.
El Inaesin detalló que el 95,45 % de los reclamos fueron hechos “por trabajadores del sector público”, al tiempo que afirmó que, por segundo mes consecutivo, “el 100 % de los conflictos (registrados por la entidad) fue expresado a través de denuncias”.
El mayor número de reclamaciones se hicieron principalmente en Distrito Capital, con un 50 %, seguido del estado Carabobo (norte) con el 9,09 %, mientras que el 40,91 % de las quejas se produjeron en el resto del país.
Durante el tercer trimestre de 2024, el Inaesin contabilizó 73 conflictos laborales, de los cuales el 36,78 % fueron en el sector de educación, el 12,46 % en el gremio de la salud y el 10,52 % en el área de la comunicación.
El 40,24 % de conflictos restantes, que no fueron especificados, se produjeron en diversos grupos profesionales.
En el acumulado del período, prosiguió, “los reclamos salariales encabezaron las denuncias laborales con 35,69 %, en tanto los despidos ocuparon el segundo lugar con 23,82 %”, mientras que el 40,49 % de quejas recogidas se refirieron a otras razones.
La persecución del régimen de Maduro contra la oposición limita a su dirigencia
Miembros de la oposición mayoritaria de Venezuela pasaron de estar permanentemente en la calle a ejercer la política desde el resguardo y la virtualidad, ante la persecución que denuncian en su contra, sobre todo tras las presidenciales del 28 de julio, en las que Nicolás Maduro fue proclamado ganador, lo que el antichavismo considera fraudulento.
La líder María Corina Machado se encuentra en “la clandestinidad” desde el 1 de agosto, al temer por su “vida” y “libertad”, y ha salido de manera puntual a algunas manifestaciones, a las que ha llegado encubierta.
Según la ex diputada, fueron precisamente “las crecientes amenazas” las que impulsaron la salida del país del abanderado de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) -mayor bloque opositor-, Edmundo González Urrutia, quien llegó a España el 8 de septiembre, para pedir asilo al considerar que sufría persecución política y judicial en Venezuela.
Para Juan Pablo Guanipa, estrecho colaborador de ambos líderes opositores, si bien antes del 28 de julio “la persecución era una realidad”, después ha sido “incontenible”, con una “represión” contra “todos los dirigentes políticos”.
“Eso nos obligó a resguardarnos y, en mi caso, a salir puntualmente, cuando hay una convocatoria importante”, dijo a la agencia de noticias EFE el ex diputado, quien señaló que “muchos” dirigentes “nacionales, regionales, municipales y parroquiales”, incluso del “sector estudiantil”, están en esta situación.
(Con información de EFE)