El ex candidato presidencial de Venezuela Edmundo González Urrutia dijo el viernes que buscó refugio diplomático en España tras ser advertido de que las fuerzas de seguridad del dictador Nicolás Maduro estaban detrás suyo.
González, considerado por la oposición como el verdadero ganador de las elecciones de julio adjudicadas a Maduro, comentó que si se hubiera quedado en Venezuela posiblemente hubiera sido encarcelado y torturado.
El excandidato se marchó a España después de asegurarse garantías de que su familia y propiedades en Venezuela estarían a salvo, añadió en la entrevista.
“Un funcionario de seguridad que trabajaba conmigo me llamó para decirme que había tenido informaciones del organismo de seguridad de que venían por mí, y que lo más prudente era una retirada”, aseguró González a Reuters.
Un tribunal venezolano había emitido una orden de arresto contra González Urrutia, acusándolo de conspiración y otros delitos, después de que Maduro dijera que la oposición estaba tratando de derrocarlo en un golpe de Estado.
González Urrutia dijo que primero buscó refugio en la embajada neerlandesa y que después de 32 días tomó la decisión de abandonar Venezuela, trasladándose a la residencia del embajador español para hacer una petición de asilo a Madrid.
Sostuvo que sabía que, una vez dictada la orden de detención, enfrentaba una pena de prisión, posiblemente en alguno de “esos centros de tortura que han sido convertidos hoy en las cárceles venezolanas”.
Esta semana se supo que, mientras se encontraba en la residencia del embajador español Ramón Santos, González Urrutia firmó una carta en la que aceptaba la victoria electoral de Maduro.
El régimen de Venezuela publicó fotografías de la firma en presencia del jefe de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el enviado español.
González Urrutia dijo que la carta fue acordada durante 48 horas “muy tensas” y de prolongadas reuniones entre él y los funcionarios venezolanos, y que fue “coaccionado” para firmar.
El líder opositor sostuvo que las fotos y grabaciones de audio realizadas en la residencia del embajador fueron tomadas sin su permiso y que desconoce quién las hizo, pero descartó que haya sido el funcionario español.
“Terminamos con un texto que yo firmé, aunque yo decía que aceptaba la decisión, acataba la decisión, aunque no estaba en acuerdo con ella”, remarcó.
González dijo que, a cambio, pidió garantías por escrito en un segundo documento de que su hija y su familia, incluidos dos niños, que permanecen en Venezuela, estarían a salvo, junto con su coche y su apartamento.
Destacó que en ese momento no pidió garantías para la liberación de los presos políticos. El grupo venezolano de derechos humanos Foro Penal calcula que desde el 29 de julio han sido detenidas 1.692 personas, muchas de ellas en protestas, aunque 80 adolescentes fueron liberados el 1 de septiembre.
(Con información de Reuters)
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