El Parlamento de Venezuela presentó este martes un proyecto de acuerdo con el que buscará romper las relaciones diplomáticas con España, luego de que el Congreso de Madrid reconociera a Edmundo González Urrutia como presidente electo en las elecciones del pasado 28 de julio.
El documento, que fue leído durante una sesión ante el pleno del órgano Legislativo chavista, insta “al Ejecutivo nacional a que evalúe, en un tiempo perentorio, la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con el Reino de España, como acción recíproca por la grosera e injerencista proposición” del Congreso de Madrid, contra “la constitucionalidad venezolana”.
El texto describe, a continuación, “la nefasta resolución promovida por la derecha fascista” del pasado 11 de septiembre como “una acción que pretende desconocer la institucionalidad democrática” de Venezuela, así como “la voluntad soberana de todo un pueblo” y carga contra “la ultraderecha española”, a la que acusó de refugiar “a criminales, fascistas y terroristas convictos y confesos, quienes conjuntamente con la derecha venezolana han promovido golpes de Estado fallidos y la explosión de violencia para generar desestabilización política y social”.
Así, cierra el documento, “jamás aceptaremos que ningún Gobierno extranjero o instancia internacional imponga condiciones y se inmiscuya en nuestros asuntos internos”.
La propuesta de este martes se conoce apenas seis días después de que las relaciones entre Caracas y Madrid terminaran de tensarse, luego de que el Congreso español votara en favor de reconocer al ex diplomático como legítimo ganador de las elecciones de julio y, por tanto, presidente electo y legítimo. Si bien se trató de una proposición no de ley, que no contó con el respaldo del PSOE, igualmente generó descontentó en el Palacio de Miraflores.
A ello se sumó, además, la reciente llegada de González Urrutia al país en calidad de asilado político, tras pasar días refugiado en una embajada en Caracas por la persecución y las órdenes de captura emitidas por el régimen en su contra.
En medio de este clima, el mismo 11 de septiembre, el jefe de la Asamblea Nacional venezolana, Jorge Rodríguez, propuso romper las relaciones con España e instó a los funcionarios pertinentes a que se reunieran “de inmediato” y aprobaran una resolución.
“Que la plenaria apruebe de manera preventiva (una resolución), instando al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela a que se rompan de inmediato todas las relaciones diplomáticas, todas las relaciones comerciales, todas las relaciones consulares”, dijo entonces ante la Comisión Permanente de Política Exterior.
De esta manera, el chavista buscó que cesen los vuelos entre las naciones, “que todas las actividades de índole comercial de empresas españolas sean cesadas de inmediato” e, inclusive, “que se vayan todos los representantes de la delegación del Gobierno del Reino de España y todos los consulados y todos los cónsules”.
Al igual que en el texto de este martes, Rodríguez también consideró que el reconocimiento de González Urrutia por parte del Congreso fue “el atropello más brutal contra Venezuela desde los tiempos en que luchamos por nuestra independencia” e, inclusive, la consideró el “equivalente a una declaración de guerra”.
España es uno de los países que insiste, junto con gran parte de Occidente y la Unión Europea, en su pedido al Consejo Nacional Electoral de Venezuela para que publique las actas oficiales de manera “íntegra y verificable”, a fin de poder pronunciarse sobre los reales resultados. A la par, el presidente Pedro Sánchez se comprometió a “defender la democracia en todos los lugares del mundo, también en Venezuela”.
(Con información de EFE)