El padre de Andrés Martínez Adasme, uno de los españoles detenidos recientemente por el régimen de Nicolás Maduro bajo acusaciones de supuestos actos de terrorismo, desmintió las palabras del ministro venezolano Diosdado Cabello y aseguró que su hijo estaba de vacaciones en el país. “Mi hijo no trabaja para el Centro Nacional de Inteligencia. Estaba en un viaje en Venezuela y ahora está en Caracas, es todo cuanto sé”, aseguró en diálogo con el diario español El Mundo y relató que lo tomó por sorpresa enterarse del paradero del joven, de 32 años, ya que llevaba días desaparecido.
Martínez Adasme estaba junto a José María Basoa, otro español oriundo de Bilbao, de viaje por la región. Su travesía había iniciado en Madrid el pasado 17 de agosto y tenía como destino final Caracas. Para cubrir la ruta, alquilaron un auto, con el que fueron pasando por puntos intermedios, entre ellos Colombia, donde estuvieron hasta principios de mes, antes de dirigirse hacia suelo venezolano.
Según se pudo reconstruir, fueron vistos por última vez en Inírida, Colombia, el lunes 2 de septiembre, cuando se dirigían a Puerto Ayacucho, donde fueron detenidos por las fuerzas del régimen, acusados de tramar supuestas acciones terroristas en Venezuela, así como de “generar violencia”, buscar “desestabilizar” el país y de pertenecer al Centro Nacional de Inteligencia europeo. Ambos viajaban sin guía y la última vez que se contactaron con sus familias, por teléfono, fue aquel día a las 08:23 horas. Desde entonces, ninguno de sus allegados recibió noticias y el auto, que debía ser entregado el 5 de septiembre, nunca fue devuelto.
A raíz de ello, por medio del hermano de Basoa, el 9 de septiembre se denunció su desaparición en redes sociales, mientras que el padre de Martínez Adasme dio “parte de su ausencia a la empresa donde trabaja”, sin especificar de qué se trata.
Ahora, sumó, “estamos esperando información por vía consular de la Embajada” ya que, formalmente, “aún no sabemos bajo qué acusación o motivo lo han detenido”.
El Gobierno de España, por su parte, negó de inmediato que los ciudadanos pertenecieran al CNI y, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, enviaron una nota a las autoridades chavistas solicitando, por medio de la Embajada en Caracas “el acceso a los detenidos, con el fin de verificar sus identidades y su nacionalidad y, de ser verificadas, conocer de qué se les acusa exactamente y que puedan recibir toda la asistencia necesaria”.
“La Embajada velará en todo momento por la protección de los derechos de cualquier detenido en Venezuela”, aseguraron en el escrito.
La detención se dio en un momento de alta tensión entre el régimen chavista y el Ejecutivo de Madrid, que se ha manifestado en contra del fraude del pasado 28 de julio, exigiendo la presentación de las actas oficiales por parte del Consejo Nacional Electoral y recibiendo al opositor Edmundo González Urrutia, quien se exilió de Venezuela el pasado domingo.
Además, el Congreso español fue un paso más en su apoyo al antichavismo y aprobó la última semana una iniciativa no de ley, impulsada por el PP, por la que se reconoció al ex diplomático como presidente electo y legítimo del país caribeño, lo que despertó un mayor malestar en el Palacio de Miraflores.
(Con información de EFE)