El Gobierno chileno lamentó este domingo “el exilio forzado” del líder de la oposición venezolana, Edmundo González Urrutia, y rechazó “categóricamente la persecución, hostigamiento y violencia política de la que fue objeto”, indicó en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“El Gobierno de Chile condena cualquier forma de represión en contra de los opositores del régimen dictatorial en Venezuela y reitera el llamado a que se respeten los derechos humanos, las libertades fundamentales y la integridad física de todos los venezolanos y venezolanas”, agregó la breve nota difundida por la Cancillería.
Horas más tarde, el Gobierno de Paraguay también reiteró “su compromiso con el pueblo de Venezuela; reclama el respeto irrestricto a los derechos humanos, a las libertades fundamentales de los venezolanos y apela a la restauración inmediata del Estado de derecho en ese país”, según publicó en su cuenta en X el Ministerio de Relaciones Exteriores desde Asunción.
González Urrutia llegó este domingo a España, donde el Gobierno de Pedro Sánchez le concederá asilo por sufrir persecución política y judicial tras los comicios del 28 de julio, en los que el Consejo Nacional Electoral (CNE) otorgó la victoria a Nicolás Maduro, un resultado validado, posteriormente, por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Según ha informado el ministerio español de Asuntos Exteriores, González, que viaja acompañado por su esposa y por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Goblales, Diego Martínez Belío, fue recibido por la secretaría de Estado para Iberoamérica y el Español en el Mundo, Susana Sumelzo.
“A partir de ahora, comenzarán los trámites para la petición del asilo, cuyo resolución será favorable en aras del compromiso de España con los derechos políticos y la integridad física de todos los venezolanos y venezolanas, especialmente de los líderes políticos”, informó el citado departamento.
El Gobierno chileno del progresista Gabriel Boric y otros líderes internacionales han reclamado en varias ocasiones que Maduro exponga públicamente las actas electorales para poder reconocer el resultado electoral. Sin embargo, el mandatario venezolano se negó a ello.
Desde que llegó al poder, en marzo de 2022, Boric ha sido una de las voces más duras en la región contra el dictador venezolano, una postura que ha ido intensificando con el tiempo hasta calificar al régimen de Maduro de “dictadura”, marcando amplias distancias con otros líderes progresistas latinoamericanos, como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva o el colombiano Gustavo Petro.
Su posición, además, ha abierto un cisma en la coalición con la que gobierna, integrada en puestos clave del Ejecutivo por el Partido Comunista, luego de que la formación se resista a calificar a Maduro de dictador y llamara a “abstenerse” de fomentar “un clima de confrontación” en el país caribeño.
Las relaciones entre Chile y Venezuela pasan por un momento complicado, además, por varios impases diplomáticos relacionados con la penetración del crimen organizado y la gestión de la seguridad entre ambos países.
El asilo de González Urrutia llega luego de que la Fiscalía calificara como “falsas” las actas electorales que su coalición, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), subió a una página web y que, según el bloque opositor, le otorgaban la victoria por un amplio margen.
Como consecuencia de esta publicación y la denuncia de fraude, González Urrutia fue llamado a declarar a la Fiscalía, que lo acusó de “presunta comisión de delitos de usurpación de funciones” y “forjamiento de documento público”, entre otros. Al no presentarse, un tribunal emitió una orden de aprehensión en su contra.
(Con información de EFE)