La brutal persecución no cesa en Venezuela. Además de los muertos en las protestas y los miles de detenidos, el régimen de Nicolás Maduro también utiliza a sus fuerzas de seguridad y grupos paramilitares para amenazar y amedrentar a todo aquel que se atreva a condenar al fraude electoral cometido por el chavismo en los comicios presidenciales del pasado 28 de julio.
Este fin de semana circularon en redes sociales imágenes que muestran varias casas del barrio 23 de Enero, uno de los más populares de Caracas, marcadas con una X. El objetivo es amedrentar a la población para evitar que se vuelvan a registrar multitudinarias protestas contra el régimen.
“Tun tun, tipo nazi”, se escucha decir a un hombre mientras graba varias casas de ese barrio desde el auto.
“Son demasiadas casas. Eso indica que hay un gentío en contra del gobierno en la propia área de los colectivos”, comentó una persona del lugar, bajo condición de anonimato, al diario El Nacional.
La abogada venezolana y directora del Instituto Casla, Tamara Suju, informó en sus redes sociales que esto fue reportado a la Corte Penal Internacional (CPI), donde existe una investigación abierta contra Maduro y la cúpula del régimen chavista por crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
“Denunciamos ante la CPI la vandalización de las casas en la Parroquia 23 de Enero, que han sido marcadas con una X para identificar a opositores o manifestantes. Recordemos que en esta Parroquia actúa el Grupo Subversivo La Piedrita, liderada por Valentín Santana”, expresó la activista venezolana.
Desde el pasado 29 de julio, cuando comenzaron las protestas tras el fraude electoral, la comunidad internacional exigió en reiteradas ocasiones al régimen de Maduro que cese la violencia y la persecución contra la oposición política y la sociedad civil que exige que se respete su voluntad expresada en las urnas. Sin embargo la dictadura siguió adelante con lo que dan a conocer como la “Operación Tun Tun”, que consiste en perseguir a todo aquel que discuta los resultados electorales.
Este sábado, la principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), denunció que el régimen está llevando a cabo una persecución política “a niveles inhumanos”.
“Durante los últimos días, la represión y la persecución política ha llegado a niveles inhumanos y críticos, en el que decenas de adolescentes, centenares de mujeres y hombres han sido secuestrados por expresar su voluntad de cambio y un futuro mejor”, alertó la PUD en sus redes sociales.
En esa línea, el candidato opositor Edmundo González Urrutia, quien según las actas de la oposición ganó las elecciones con casi el 67% de los votos, envió un mensaje directo al dictador Maduro: “Le hago un llamado en nombre de todos los venezolanos para que detenga la violencia y las persecuciones y libere de inmediato a todos los compatriotas detenidos arbitrariamente”.
“Basta ya de persecución y violencia, basta ya de intentar sembrar terror, basta ya de irrespetar la voluntad de cambio de los venezolanos. Acepte lo expresado por nuestro pueblo y comencemos todos a sacar nuestro país de esta crisis”, agregó.
Según la ONG Foro Penal, que lidera la defensa de los presos políticos en Venezuela, hasta el sábado se registraban 1.303 arrestos verificados en el marco de las protestas postelectorales. De esa cifra, 170 son mujeres, 116 adolescentes, 14 indígenas y 16 personas con alguna discapacidad.
En el contexto de las protestas se registraron, además, hechos violentos y vandálicos, lo que se salda con 24 civiles muertos -según la ONG Provea- así como dos militares fallecidos y cerca de un centenar de agentes de seguridad lesionados. No obstante, otros datos dan cuenta de casi 100 fallecidos como consecuencia de la represión chavista.
“Lo más urgente es que las autoridades venezolanas pongan fin y de forma inmediata a las detenciones arbitrarias y a la represión contra miembros de la oposición y de la sociedad civil, y que todos los presos políticos sean puestos en libertad”, señaló Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, en un comunicado emitido este sábado en el que consideró que la crisis venezolana “reside en el diálogo, la transparencia y el respeto de la soberanía y voluntad del pueblo”.