Fedecámaras, la principal patronal de Venezuela, se sumó este miércoles a la lista de actores nacionales e internacionales que se manifestaron sobre las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo domingo y pidió respetar el resultado del pueblo.
“Desde Fedecámaras, exhortamos a las partes a respetar la decisión de la mayoría” y a transitar la jornada con “el respeto, la paz y la tolerancia como los principales elementos”, indicaron en un comunicado en el que resaltaron, también, la importancia que tendrá la participación ciudadana en la convocatoria de este domingo, en la que se elegirá entre dos modelos de país totalmente contrapuestos: el autoritarismo de Nicolás Maduro y la democracia de Edmundo González Urrutia.
“Debemos ir a las urnas electorales con conciencia, poniendo por encima de toda parcialidad política el bienestar del país. En democracia, la participación de todos y cada uno de los venezolanos es imprescindible ya que es una de las maneras que tenemos de manifestar nuestra opinión”, continúa el escrito.
La agrupación también propuso que, una vez finalizado el recuento de votos y se anuncie al ganador, se lleve a cabo “un proceso de diálogo y reconciliación nacional”, que será de “vital importancia para el futuro del país” en su camino “del reencuentro de todos los venezolanos y hacia el bienestar y el progreso”.
Horas antes, el Grupo Libertad y Democracia había publicado un comunicado en el que destacaba la lucha de la oposición contra el autoritarismo del chavismo durante dos décadas y llamaba también a castigar cualquier tipo de fraude que se intente realizar el domingo.
“Desde la era de Hugo Chávez hasta la actualidad con Nicolás Maduro, los miembros de la resistencia han sido constantemente víctimas de manipulaciones y fraudes electorales para restringir la representación de una ciudadanía libre”, comienza el texto que señala, sin embargo, que en esta oportunidad, “cualquier intento de fraude debe ser castigado con las máximas sanciones y se debe proceder a una judicialización internacional efectiva contra Nicolás Maduro y u círculo más cercano”.
“La lucha por la libertad y la democracia en Venezuela continúa y requiere del apoyo decidido de la comunidad global”, cerraron los firmantes.
El temor sobre el resultado de los comicios se avivó en los últimos días cuando, a los riesgos ya latentes desde hace años, se sumaron declaraciones y amenazas de Maduro que subieron el tono de la situación.
Primero, el dictador dijo durante un acto de campaña en Caracas que “el 28 de julio, si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”.
A continuación, sostuvo que en estos comicios “se decide guerra o paz, guarimba o tranquilidad, proyecto de patria o colonia, democracia o fascismo” y retrucó: “Este pueblo está curado de espanto y sabe lo que estoy diciendo. En Venezuela va a triunfar la paz, el poder popular, la unión cívico-militar-policial perfecta”.
Días más tarde, cargó contra Javier Milei, el presidente de Argentina, y lo acusó de estar trabajando junto a sus enemigos de Occidente para interferir en el proceso democrático y sabotearlo. “Quieren una hecatombe, una tragedia, para gritar ‘suspensión de las elecciones’. Y saldrían los gringos, saldría el mal parido de Milei, saldría el Noboa, la derecha...”, dijo.
A raíz de ello, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que supo pararse cerca de Maduro, decidió tomar distancia en el último tiempo e instar al Palacio de Miraflores a acatar las leyes.
“El que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre… me asusté con esa declaración. Maduro tiene que aprender que cuando uno gana, se queda y cuando uno pierde, se va y se prepara para otras elecciones. Si quiere contribuir a resolver el problema de crecimiento del país y la vuelta de los que se fueron, tiene que respetar el proceso democrático”, apuntó al respecto.
Alberto Fernández, ex mandatario argentino, también se manifestó en este tono, lo que le costó la invitación al evento. “En una democracia, cuando el pueblo emite su sufragio, el que gana, gana y el que pierde, pierde” y si el oficialismo fuera eventualmente derrotado, debería aceptar el veredicto popular, sostuvo durante una entrevista radial, a lo que, más tarde, sumó que “el Gobierno nacional venezolano me transmitió su voluntad de que no viajara (...) porque a su juicio, declaraciones públicas realizadas por mí causaban molestias y generaban dudas sobre mi imparcialidad”.
(Con información de EFE)