Nicolás Maduro aseguró este martes que la advertencia sobre que habrá un “baño de sangre” en la nación caribeña si pierde las elecciones presidenciales del 28 de julio fue una “reflexión” y —añadió— que si alguien se asustó por esta declaración que “se tome una manzanilla”.
“Yo no dije mentiras, solo hice una reflexión, el que se asustó que se tome una manzanilla porque este pueblo de Venezuela está curado de espanto y sabe lo que estoy diciendo, y en Venezuela va a triunfar la paz, el poder popular, la unión cívico-militar-policial perfecta, aquí no viene (Javier) Milei”, dijo el jefe del régimen en un acto de campaña transmitido por el canal estatal VTV.
El dictador venezolano responde así a las declaraciones de su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, —sin mencionarlo directamente— quien dijo haberse asustado cuando Maduro dijo que si pierde las elecciones del domingo habrá “un baño de sangre”, en un intento, según la oposición, de provocar la abstención entre quienes abogan por sacarlo del poder.
“Me asusté con esa declaración”, dijo Lula en una entrevista con corresponsales extranjeros, en la que reveló que conversó dos veces con Maduro para advertirle que “si quiere contribuir a resolver el problema de crecimiento de Venezuela y la vuelta de los que se fueron, tiene que respetar el proceso democrático”.
Lula agregó que, en democracia, “el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre”, y que “Maduro tiene que aprender que cuando uno gana se queda, y cuando pierde se va y se prepara para otras elecciones”.
Según el mandatario brasileño, las elecciones del próximo domingo serán “la única oportunidad” para que Venezuela “vuelva a la normalidad” y que el país se reintegre a la comunidad regional e internacional.
“Eso es lo que deseo para Venezuela y para toda Suramérica”, añadió.
Maduro, que reitera que continuará al frente del poder, sostuvo que ha “salvado” a Venezuela de una “guerra civil” varias veces, sin detallar en qué momentos y circunstancias.
“Yo dije que si, negado y trasmutado, la derecha extremista, bolsonarista, seguidores de Milei y de Hitler, llegaran al poder político en Venezuela, vendría un baño de sangre, y no es que lo digo inventando, es que ya vivimos un baño de sangre, el 27 y 28 de febrero (de 1989, en referencia al conocido ‘Caracazo’)”, añadió.
Por otra parte, Lula informó que, además de los dos observadores que enviará la Justicia electoral de Brasil, ha decidido que además viaje a Venezuela su ex canciller y actual asesor de Asuntos Internacionales, Celso Amorim, quien estará presente en los comicios del domingo.
Lula ha abogado en todo momento por unas elecciones dentro de lo consensuado en los Acuerdos de Barbados, con plena participación de la oposición y con resultados reconocidos por todos.
También ha defendido una amplia presencia de observadores internacionales y expresado su “preocupación” por el veto a la opositora María Corina Machado, luego sustituida como candidata por el ex diplomático Edmundo González Urrutia, a quien las encuestas sitúan como favorito para las elecciones del domingo.
(Con información de EFE)