Edmundo González Urrutia, el principal candidato opositor a las elecciones presidenciales de Venezuela, declinó firmar un pacto propuesto por Nicolás Maduro para obligar a los postulantes a reconocer los resultados de la votación del 28 de julio.
Maduro avaló el jueves el acuerdo con siete candidatos poco conocidos. González Urrutia había indicado que no lo firmaría, dado que el régimen chavista ya había violado el Acuerdo de Barbados al revocar una invitación para que la Unión Europea observara la votación.
El candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), coalición que aglutina a las principales formaciones opositoras de Venezuela, dijo que el acuerdo era una “indicación del sesgo que caracteriza la campaña desigual”. Y añadió que “un acuerdo nunca puede ser impuesto unilateralmente, sino que debe surgir de un diálogo respetuoso”. Aun así, dijo que no había motivos para dudar de que se sometería a la voluntad del pueblo. González aventaja a Maduro por al menos 20 puntos porcentuales en las encuestas de opinión de los votantes.
Entre otras cosas, el acuerdo presentado por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) compromete a los firmantes a competir en un entorno de paz, para que durante y después del proceso electoral “no se ignore la voluntad del pueblo con actos de violencia y desestabilización”.
Maduro, de quien se dice que todavía cree que puede vencer a González con los votos suficientes pero que tiene planes de respaldo para mantenerse en el poder si no lo hace, ha estado anticipando que la oposición se está preparando para decir que ha habido fraude y para protesta.
El miércoles, el Carter Center aceptó la invitación de la autoridad electoral venezolana para observar las elecciones. La organización con sede en Atlanta desplegará una misión técnica el 29 de junio. En una nota a los clientes, Alejandro Arreaza y Jason Keene, analistas de Barclays, dijeron que esto “debería contribuir a la transparencia del proceso y también podría desempeñar un papel fundamental para contener el riesgo de una posible manipulación”.
González Urrutia ha subrayado en su cuenta de la red social X que, “como demócrata”, se someterá a lo que diga el “pueblo soberano”. “No hay motivo alguno para dudar de ello. Para la expresión de la voluntad del pueblo, exijo garantías y respeto”, reclamó en un mensaje dirigido a las autoridades chavistas. Y señaló que el CNE no actúa “con la imparcialidad exigida por la Constitución y la ley”.
“No tengo prejuicios, sé que participo en una campaña desigual y trabajo para ganarla limpiamente, (pero) tampoco voy nariceado a ninguna parte”, añadió el candidato presidencial de la coalición PUD. En ese sentido, defendió que la oposición siempre ha cumplido el Acuerdo de Barbados que fijó la hoja de ruta para las elecciones y que ha sido en cambio el régimen chavista quien lo ha violado, por ejemplo al retirar la invitación a la UE para que envíe observadores o “aumentar la persecución” contra personas contrarias a las tesis del chavismo.
El régimen de Maduro ha intensificado la represión de la disidencia política en los días previos al inicio oficial de la campaña el 4 de julio, arrestando a cuatro activistas y periodistas de la oposición y prohibiendo el acceso a los alcaldes de las ciudades provinciales donde González y la líder opositora María Corina Machado han realizado mítines.
(Con información de Bloomberg, EFE y EP)