El régimen de Nicolás Maduro ratificó este jueves el rechazo al envío de una misión de observación de la Unión Europea para las próximas elecciones y condicionó una nueva invitación al levantamiento total de las sanciones sobre el país.
A principios de año, cuando la organización de los comicios ya estaba en marcha, el oficialismo informó que permitiría el ingreso de miembros de la UE así como el Centro Carter, los BRICS y la Unión Africana para observar los comicios y ser garantes de la transparencia. Sin embargo, con el correr de las semanas se conoció que el bloque europeo había sido excluido del evento.
El pasado 28 de mayo, el presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, anunció la suspensión de la invitación a esta Misión por considerar que atenta contra el país con sus cerca de 50 sanciones -y desestimando, incluso, el cese de una contra su persona en los días previos-. “Sería inmoral permitir su participación conociendo sus prácticas neocolonialistas e intervencionistas contra Venezuela”, dijo entonces.
Tanto la UE como varios países de la comunidad internacional condenaron esta respuesta y pidieron al Palacio de Miraflores “reconsiderar su postura”. “El pueblo venezolano debería poder elegir a su presidente en elecciones creíbles, transparentes y competitivas, respaldadas por la observación internacional”, mencionaron los 27 Estados miembro en un escrito.
Ahora, este jueves, Amoroso volvió a referirse al tema e insistió en que solo se enviará una nueva invitación si el bloque levanta todas las sanciones en su contra. “Si no hay un levantamiento de las sanciones y el bloqueo contra el pueblo de Venezuela, contra los enfermos, contra los estudiantes, contra las personas de cierta edad, no hay absolutamente nada que conversar, ni pensar que puedan venir a Venezuela cuando desprecian a todos los venezolanos”, apuntó en las últimas horas.
“No hemos recibido absolutamente nada (de Europa) pero aspiramos a recibir una comunicación de ellos levantando las sanciones”, sumó a continuación.
De esta manera, el chavismo se encuentra una vez más infringiendo el Acuerdo de Barbados, al que suscribió a finales de 2023. El documento, que fue elaborado gracias a la mediación de Noruega y cuenta con la aprobación de la oposición, establece una serie de lineamientos y condiciones que buscan que ambas partes se comprometan con la transparencia de las elecciones presidenciales y se garantice un marco de democracia durante todo el evento.
Sin embargo, a pesar del entusiasmo inicial que generó el anuncio, Maduro no ha dejado de incumplir con sus compromisos: mantuvo la inhabilitación sobre María Corina Machado, impidió la postulación de varios disidentes, aumentó la censura y la represión y, ahora, ratificó la prohibición de ingreso a los observadores de la UE.
En este contexto, el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática, Edmundo González Urrutia, fue el único aspirante que se negó a suscribir al acuerdo de respaldo de reconocimiento de los resultados presidenciales presentado por el chavismo ya que, explicó, ello ya está contemplado en el pacto de Barbados y, por tanto, solo resta que Maduro se apegue a sus compromisos.
“Es un indicio del sesgo” que caracteriza “la campaña desigual electoral” y, por tanto, no será avalado por la principal coalición opositora, explicó. A continuación, mencionó que “un acuerdo nunca puede ser impuesto unilateralmente sino que debe surgir de un diálogo respetuoso entre todas las partes”, algo que no ocurrió en este caso.
(Con información de EFE)