En una rara y contundente crítica, Juan Carlos Delpino, rector principal del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, ha condenado públicamente a Elvis Amoroso, presidente del CNE, por tomar decisiones unilaterales sin convocar las necesarias sesiones del cuerpo electoral. Las acusaciones de Delpino fueron realizadas en una entrevista con el medio Efecto Cocuyo.
Delpino, quien tiene una larga trayectoria con el órgano electoral y una formación en derecho, expresó sus preocupaciones en la entrevista concedida a la periodista Celina Carquez, rompiendo su silencio después de nueve meses de relativa quietud desde su nombramiento el 24 de agosto de 2023: “Elvis Amoroso toma decisiones sin convocar a sesión desde marzo. El CNE es un cuerpo colegiado y yo tengo derecho a votar, salvar mi voto y razonarlo, y a hacer valer el derecho de todos los candidatos”.
El rector enfatizó que la última sesión oficial del CNE tuvo lugar el 26 de marzo, cuando se decidió que las tarjetas de Unidad y Un Nuevo Tiempo serían autorizadas para nominar al candidato opositor de la Plataforma Unitaria. Desde entonces, Delpino sostiene que Amoroso ha estado tomando decisiones de forma independiente, incluida la controvertida revocación de la invitación a la Unión Europea para observar las próximas elecciones presidenciales.
“Esa decisión la tomó Amoroso por su cuenta. Había consenso en la mayoría, pero él viola nuestros derechos al no convocar una sesión para ello y permitirnos disentir, votar ‘no’ o salvar el voto”, explicó Delpino. Señaló que tales acciones socavan el principio de toma de decisiones colegiada que el CNE se supone debe mantener.
“Me convocaron 20 minutos antes para una rueda de prensa sin decirme ni siquiera la materia que iba a tratar y decidí, por eso mismo, no asistir”.
Delpino además subrayó la necesidad de integridad procedimental dentro del CNE: “El país necesita saber qué opinan cada uno de los rectores. Amoroso cree que el ente comicial es como la Contraloría, donde él solía decidir todo. En el Poder Electoral, ya ni siquiera se respetan las formas”.
A pesar de los problemas procedimentales, Delpino mantiene una comunicación regular con Carlos Quintero, vicepresidente del CNE, a quien describe como igualmente preocupado por la integridad institucional del organismo electoral. “Él tampoco está cómodo con la situación,” añadió.
Las dinámicas internas dentro del CNE son aún más complicadas debido a la tensa relación entre Amoroso y Quintero: “No se llevan bien, y ese es parte del problema. Uno es disciplinado, sabe mucho sobre elecciones, y el otro no”.
Delpino también destacó otro problema preocupante: “Tenemos un censor en la secretaría: Alejandro Meneses (secretario del CNE). Meneses examina la correspondencia y decide cuál recibe y cuál no. Ese es un organismo del Estado y está obligado a recibir toda la correspondencia y contestarla. A veces, si un partido quiere entregar correspondencia, no se la recibe. Esto es inaceptable desde el punto de vista jurídico; viola el derecho administrativo y es absolutamente antidemocrático”.
A pesar de estos conflictos internos y violaciones procedimentales, Delpino sigue confiando en la integridad técnica del próximo proceso electoral. “No tengo dudas de que el CNE no va a birlar ni un solo voto ciudadano. Será un proceso limpio. Antes de ser rector, fui funcionario del organismo, trabajé con el ex rector Vicente Díaz, y también fui rector suplente incorporado. Así que en el área técnica, no tengo ninguna duda sobre el sistema automatizado”, declaró.
Sin embargo, Delpino reconoce desafíos significativos para garantizar una competencia justa entre los candidatos, señalando problemas como la parcialidad de los medios y las inequidades en la campaña: “Me importa tanto la campaña de Nicolás Maduro, como la de Edmundo González Urrutia, la de Antonio Ecarri y José Brito. No puedes tener un candidato con una recompensa por su cabeza, ni tener a abanderados vetados en los medios o que les impiden recorrer el país”.