Edmundo González Urrutia considera a Lula un líder fundamental en la región

El candidato presidencial de la principal coalición opositora de Venezuela valoró su defensa de unas elecciones libres y justas el próximo 28 de julio

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La palabra de González Urrutia

El candidato presidencial de la principal coalición opositora de Venezuela -la Plataforma Unitaria Democrática (PUD)-, Edmundo González Urrutia, calificó al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, como “uno de los líderes fundamentales de la región”, al tiempo que valoró su defensa de unas elecciones libres y justas el próximo 28 de julio.

En una entrevista con la agencia de noticias EFE, el ex embajador venezolano también destacó la propuesta que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo el pasado abril -y que luego fue transmitida a Lula- de garantizar los derechos del que pierda las elecciones presidenciales en el país caribeño, sea chavista u opositor.

“Veo con buenos ojos (la propuesta). No conozco los detalles, por eso no me atrevo a opinar, pero todo lo que sea propiciar el diálogo, el reencuentro de los venezolanos, la paz, tiene, por supuesto, nuestro respaldo”, añadió.

El pasado 17 de abril, Petro aseguró haber pedido al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y a la oposición que trabajen en una propuesta para que se garantice la vida y los derechos de quienes pierdan las elecciones.

La propuesta “tiene que ver con una posibilidad de plebiscito en las elecciones que se avecinan que garantice un pacto democrático, que garantice para cualquiera que pierda en esas justas electorales certeza sobre su vida, sobre sus derechos, sobre las garantías políticas que cualquier ser humano”, aseguró entonces Petro.

González Urrutia indicó que, desde su designación como candidato presidencial, no ha tenido comunicación directa con los mandatarios de Brasil y Colombia, pero que sí ha conversado con sus representantes diplomáticos en el país caribeño, así como con el canciller del país andino, Luis Gilberto Murillo.

Igualmente, señaló que el jefe de la delegación opositora en las negociaciones con el régimen venezolano, Gerardo Blyde, mantiene comunicación con el chavismo desde su designación como candidato.

Edmundo González Urrutia  (EFE/Miguel Gutiérrez)
Edmundo González Urrutia (EFE/Miguel Gutiérrez)

El diálogo, la prioridad

González Urrutia dijo que para hacer política en el país es imprescindible el diálogo con todos los sectores, incluido el militar.

Nosotros partimos de que es necesario hablar con todos y siempre he dicho que (...) esta nueva forma de hacer política incluye el diálogo con todos los sectores, el sector militar es uno de ellos”, sostiene.

El candidato espera que un posible triunfo opositor ayude a cesar la confrontación y el discurso “beligerante” en Venezuela, para que los políticos, en vez de verse como “enemigos”, se traten como “adversarios”.

También a que Venezuela aspire al “reencuentro y la reinstitucionalización de la democracia” y que los que piensan distinto no teman una persecución, incluyendo al chavismo.

Abrir los calabozos

Uno de los objetivos de González Urrutia es abrir “las puertas de los calabozos” para que los presos considerados políticos “salgan en libertad”, un anhelo que trasladó a los familiares de los reos y a diversos dirigentes, cuya identidad no reveló.

Explicó que los relatos que escucha sobre presuntas violaciones de derechos humanos a estos presos “son espantosos”, por lo que -dijo- los familiares esperan que se produzca un cambio para resolver el problema.

“Que en Venezuela cese la represión, que en Venezuela se abra una esperanza con la elección de un candidato, porque ya son 25 años (...) mucho tiempo, nosotros no estamos acostumbrados a esa situación”, sostuvo.

De los presuntos victimarios -sostiene- “que la justicia se encargue” como “corresponde en toda sociedad democrática”.

Edmundo González Urrutia con María Corina Machado
Edmundo González Urrutia con María Corina Machado

La alternabilidad y la descentralización

El ex embajador, que se ubica ideológicamente en el centro, considera como piedras angulares de un sistema democrático la alternabilidad en el poder y la descentralización de la administración pública que, señaló, que promoverá de ser elegido presidente.

Considera que, a partir del año 58, tras el derrocamiento del presidente militar Marcos Pérez Jiménez (1952-1958), Venezuela tuvo una “experiencia muy rica” en cuanto a la descentralización.

“La descentralización fue una de las piedras angulares de Venezuela post 58 y en los años 60. Hemos tenido una experiencia muy rica. La elección de gobernadores, por ejemplo, es producto de esa realidad y hay buenas experiencias”, señaló.

Asimismo, dijo que, durante “muchos años”, la nación contó con la alternabilidad en el Gobierno, que los votantes cambiaban, mediante elecciones, cuando se sentían “defraudados”.

Llevar a buen puerto la candidatura

González Urrutia explicó que, tras su designación como candidato, se reunió con diversos actores políticos para afinar propuestas y consolidar la unidad antichavista.

“Con todos los actores que he podido me he reunido con ellos, me han expresado su solidaridad, su respaldo, su satisfacción que me hayan puesto en esta responsabilidad que espero cumplir y llevar a buen puerto”, señaló.

El candidato ya había sido parte de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) -ahora PUD- como coordinador de enlace internacional, una labor que dijo haber “disfrutado mucho” y que le permitió tener “muy buenas relaciones” con todos los partidos.

Confesó no saber el motivo por el cual la PUD lo escogió como candidato, primero de manera provisional y luego definitiva, para las presidenciales, pero destaca como positivo el que los partidos se pusieran de acuerdo para elegirlo.

No es fácil conseguir que 10 partidos del abanico ideológico se hayan puesto de acuerdo para escoger mi nombre, que no provengo de ningún partido político en particular, que no he tenido una actividad política pública, más allá de lo que me correspondió ejercer cuando estuve en funciones públicas”, añadió.

González Urrutia empezó su carrera diplomática a finales de los 60. Fue embajador en Argelia entre los años 1991 y 1993. Posteriormente fue director general de política internacional de la Cancillería, y en el año 1998 fue designado como embajador en Argentina, hasta 2002. En 2005, se retiró voluntariamente.

(EFE)

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