El régimen de Venezuela condenó este jueves el despliegue y sobrevuelo de dos aviones estadounidenses en Guyana y tildó estas acciones de provocaciones.
“La Fuerza Armada Nacional Bolivariana rechaza contundentemente estas reiteradas provocaciones del Comando Sur, auspiciadas por el Gobierno de Guyana, que ha asumido el rol de nueva colonia norteamericana”, apuntó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, y advirtió que su Sistema de Defensa Aeroespacial “permanece activado ante cualquier intento de violación del espacio geográfico venezolano”, incluído el Esequibo.
La Embajada de Estados Unidos en Georgetown informó más temprano que sus oficiales realizarían estas maniobras con “dos aviones de la Marina estadounidense F/A-18F Super Hornets, embarcados en el portaaviones USS George Washington (...) con la colaboración y aprobación” de las autoridades locales.
A la par, mencionaron que los días previos, la directora de Estrategia, Políticas y Planes del Comando Sur, Julie Nethercot, había estado en el país centroamericano con el objetivo de supervisar toda la “planificación estratégica, el desarrollo de políticas y la coordinación de la cooperación en materia de seguridad para América Latina y el Caribe”.
La operación se produjo en medio de la disputa que Caracas y Georgetown mantienen vigente por la zona del Esequibo, un territorio de cerca de 160.000 kilómetros cuadrados rico en petróleo y otros recursos naturales, que ambas naciones consideran propio.
El pasado 3 de diciembre, el dictador Nicolás Maduro dio un paso más en su reclamo y organizó un referéndum en el que, según aseguró, gran parte del pueblo votó en favor de anexionar el territorio. También, comenzó a distribuir cédulas venezolanas a los indocumentados asentados en la periferia y ordenó el asentamiento de una división militar en las cercanías.
Más tarde, a mediados de abril, Padrino sostuvo que el Ejército no se retirará de la fachada atlántica de su costa hasta que no se alcance una resolución “satisfactoria” del conflicto.
“No dejaremos de hacer presencia en nuestra fachada atlántica hasta que esta controversia territorial por nuestro Esequibo se termine en una solución pacífica y satisfactoria para las partes” en este “momento histórico” en el que es crucial hacer frente a “toda conspiración, corruptelas e intenciones imperiales”, dijo luego de que Caracas instara anteriormente a la Milicia Bolivariana a “prepararse con proyectos económicos, sociales e integrales para, más temprano que tarde, cumplir la tarea histórica de recuperar el territorio”.
Maduro estaría presionando al país vecino para conseguir que desista de la mediación de organismos externos y se siente en la mesa de negociaciones con él. “Ir a la Corte Internacional de Justicia ha sido una ilusión mentirosa y falsa, ha sido un paso errático para Guyana” y, por tanto, “lo único que le queda es venir tranquilita y sentarse frente al Presidente de Venezuela”.
Por su parte, Guyana se remite a lo suscrito en el acuerdo en San Vicente y las Granadinas, en el que las partes acordaron no recurrir al uso de la fuerza para resolver la disputa sino a trabajar por una solución pacífica. Asimismo, continúa otorgando licencias de producción de petróleo, como hizo el pasado mes con la compañía estadounidense ExxonMobil, que Caracas también objetó por “comprometer recursos” que considera suyos.
(Con información de EFE)