Fue el jefe de la Dirección de Asuntos Especiales de la DGCIM, teniente coronel (GNB) Alexánder Granko Arteaga, quien le comunica a Tareck Zaidan El Aissami Maddah, que debe acompañar a los funcionarios de la Policía Nacional Contra la Corrupción (PNCC), adscritos al Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) quienes habían llegado en cinco unidades policiales. Con excusa o sin ella, El Aissami era una pieza muy ruidosa para la oleada que el régimen venezolano necesita en periodo electoral para dirigir la agenda de información, tal como lo hizo en las elecciones presidenciales del 2018.
El exministro de Petróleo, quien venía llegando de correr, acompañado de un oficial, no se resistió, entendiendo que había llegado la hora de su derrumbe total. Poco después, fotografiado y grabado en todo momento, es recluido en la cárcel de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en el Fuerte Tiuna; el lugar es la última celda, la misma que ocupó, hasta el 21 de enero 2023, su archienemigo el MG (Ej) Miguel Rodríguez Torres.
El sector B, que curiosamente tiene la letra A, siempre está con las rejas cerradas. Sirvió también de cárcel, por un tiempo, al general en Jefe (Ej) Raúl Isaías Baduel y al GB (GNB) Héctor Armando Hernández Da Costa. De esa cárcel sacaron, en la mañana, a los coroneles (GNB) Juan Francisco Rodríguez Dos Ramos y Ramón Alí Peñalver Vásquez y a los generales de Brigada Jorge Luis Gómez Pimentel, exgerente de CVG Logística y de Protección Integral de SIDOR así como jefe de la DGCIM en el estado Bolívar y a Ildderf Ibarra Tallupe, exdirector de Operaciones de la DGCIM.
En esa pequeña cárcel, de 12 celdas, que fue remodelada en el 2022, todo es grabado y monitoreado. Tiene un comedor que solo usan los custodios. El patio que conduce a la celda de El Aissami está pintado de verde y rojo; tiene un aro de básquetbol. Es un lugar donde hace mucho calor, abundan los zancudos que en la noche atacan sin piedad y salen las ratas, que son la única compañía viviente de los presos. El locutorio es el lugar para las visitas familiares, a quienes no se les permite tocar al detenido.
La celda donde hoy está, el otrora poderoso ministro de petróleo, es pequeña, no tiene ventana y tenía un televisor que retiraron del lugar antes de ingresar a Tareck El Aissami. En otra celda recluyeron a Samark López. Solo ellos están ahí.
La trama
Unos minutos después de detenido El Aissami, el Fiscal General de la República, Tarek William Saab Halabi, su amigo y compañero, a quien lo une más que el pertenecer al PSUV y haber nacido en Venezuela, los orígenes libaneses, lo señala, ante el país como delincuente que había tramado una conspiración para implosionar la economía, con mafias en la industria petrolera (PDVSA), en la Corporación de Guayana (CVG) y en la Superintendencia de Cripto (Sunacrip), relacionadas con banqueros corruptos y estadounidenses.
El Fiscal señaló a Johanna Ruth Amorín Gaarn como pareja sentimental de Tareck El Aissami, lo que resulta extraño porque no era secreto que la relación de la joven exreina era con el diputado Hugbel Rafael Roa Carucci, uno de los hombres más cercanos al defenestrado Ministro de Petróleo.
Amorín fue Miss Monagas en el concurso de belleza Miss Venezuela en el 2005. Diez años después fue viceministra de Seguimiento y Control del Comercio y la Distribución del Ministerio de Comercio. La exmiss se relaciona con el grupo de Simón Alejandro Zerpa, exministro de Economía y Finanzas, así como expresidente del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), quien también está detenido.
La mujer también mantuvo relación laboral con los hermanos Rodríguez: el ahora presidente de la Asamblea Nacional, Jorge de Jesús Rodríguez Gómez, y la Vicepresidenta de la República, Delcy Eloína Rodríguez Gómez.
El hermano de Johanna Amorín es Jorge Luis Amorín Gaarn, quien fue el conductor del programa “Con Amorín” transmitido por el canal oficialista Venezolana de Televisión (VTV), donde hacía ardua defensa de la revolución bolivariana; fue nombrado en otro canal oficialista, Vive TV, y en la Corporación Venezolana de Telecomunicaciones (Covetel).
¿Por qué destruyen a Tareck El Aissami? Las especulaciones han proliferado, entre ellas que el comerciante colombiano Alex Naín Saab Morán, también de descendencia libanesa, pidiera la cabeza del otrora poderoso Ministro de Petróleo porque habría sido quien, a través del exministro Simón Alejandro Zerpa Delgado, habría delatado las coordenadas de Alex Saab lo que conllevó a que fuera capturado el 12 de junio 2020 en el aeropuerto “Amílcar Cabral” de Cabo Verde en África. Tesis compartida por el exdiputado Carlos Alberto Paparoni Ramírez.
Otra fuente le dijo a Infobae que el régimen venezolano considera que Martín Alberto Rodil Álvarez, un venezolano con nacionalidad israelí, abogado y lobista, había sido contactado por Samark José López Bello, el hombre más cercano a El Aissami. Las alertas se dispararon porque Rodil ha sido mencionado en casos donde venezolanos, exfuncionarios del régimen, han terminado haciendo acuerdos con la justicia estadounidense a cambio de dar información.
Por otra parte, el gobierno venezolano ha obtenido las conversaciones y relaciones, incluso económicas, de Samark López, con algunas personas que fueron muy activas y otras que aún lo son en la Oposición venezolana. Cuando detienen a López, en su casa, le quitan los teléfonos no solo a él, sino a su esposa, a una tía, a una hija y al servicio doméstico.
El otro trapo rojo
En esta segunda parte de la Operación Caiga quien Caiga de la trama de corrupción PDVSA Cripto, el más poderoso de los involucrados, Tareck Zaidan El Aissami Maddah, siempre ocupó cargos relevantes en la revolución bolivariana.
Se acercan las elecciones presidenciales y la impopularidad, más bien, el alto rechazo que tiene Nicolás Maduro Moros, requería como la estrategia más contundente, la caída de uno de los más grandes de la revolución. Ya habían intentado infructuosamente otras acciones: impedir las elecciones primarias de la Oposición, que finalmente se realizaron, en octubre 2023, con gran éxito y empoderando como líder a María Corina Machado.
La otra pieza de la estrategia, que casi nunca falla, fue agitar los sentimientos nacionalistas, y para ello tomaron la bandera del Esequibo, el territorio en reclamación con Guyana; hasta un referéndum propuso el presidente de la Asamblea Nacional (AN), doctor Jorge de Jesús Rodríguez Gómez, que se realizó en diciembre, con nula participación de votantes, aunque el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Eduardo Hidobro Amoroso, dijo que votaron más de 10 millones de personas.
Ante los fallidos intentos y quemadas esas piezas del ajedrez político, activaron los trapos rojos de las conspiraciones, de las que ya van siete, arrancando con Operación La Viñeta, donde supuestamente se había planificado el magnicidio y la Operación Brazalete Blanco, implicando a periodistas, dirigentes políticos y defensores de derechos humanos.
Uno de los detenidos por el caso La Viñeta es el primer teniente José Gregorio Montiel García, quien confesó a su familia y amigos que había sido obligado, bajo amenazas contra su esposa y su hijo, a grabar videos declarando que planificó el magnicidio con apoyo de María Corina Machado involucrando al teniente coronel, preso desde hace seis años, Igbert José Marín Chaparro.
Como ya lo había hecho antes de las elecciones que Nicolás Maduro montó a su medida, el 20 de mayo 2018, convocadas por la ilegal e ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el Fiscal General Tarek William Saab Halabi, también designado por esa ANC, salió a escena con otra trama que involucraba a Petróleos de Venezuela.
Los personajes de esa otra puesta en escena fueron el entonces presidente de PDVSA, ingeniero Nelson Martínez, quien muere el 12 de diciembre 2018, cuando ya tardíamente, luego de días en grave estado de salud, es trasladado al Hospital Militar Carlos Arvelo, donde días después es recluido en terapia intensiva sin que ya se pudiera hacer algo por su vida.
Él había tenido una exitosa carrera en la industria petrolera e incluso fue presidente de la empresa Citgo y Ministro de Petróleo. El 30 de noviembre 2017 lo detienen, y al igual que ahora El Aissami, el régimen divulga fotos y videos de su detención. Más de un año estuvo preso en los sótanos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) sin juicio, ni siquiera audiencia preliminar. (https://www.infobae.com/america/venezuela/2020/08/23/los-ultimos-momentos-de-nelson-martinez-el-hombre-que-ocupo-los-mas-altos-cargos-del-sector-petroleo-fue-arrestado-por-orden-de-maduro-no-tuvo-juicio-y-murio-en-prision/)
No solo fue Martínez, también fue detenido, casi simultáneamente, el entonces Ministro de Petróleo, ingeniero geofísico Eulogio Antonio del Pino Díaz, acusado de peculado doloso y obstrucción a la libertad de comercio. Saab Halabi dijo entonces que “El MP junto al DGCIM, desarrolló una serie de aprensiones para desmantelar el cártel que existía en la estructura de PDVSA” y como testigo dijo que El Coco Sosa, un actor que había estado relacionado a María Gabriela Chávez, hija del presidente Hugo Chávez, “delató a políticos, gerentes y empresarios sobre casos de corrupción en PDVSA”, dijo asegurando que los detenidos hasta ese momento eran 65, entre ellos 15 altos mandos.
No fue más que otro espectáculo de distracción y manipulación de la opinión pública. Martínez murió por falta de asistencia médica y Del Pino recibió casa por cárcel. Los gerentes de Citgo, que habían sido detenidos el 21 de noviembre 2017, junto a los estadounidenses Matthew Heath y Osman Khan, fueron canjeados por Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, sobrinos de la primera dama de Venezuela, Cilia Adela Flores de Maduro, quienes habían sido condenados, en 2017, por conspirar para contrabandear más de 800 kilogramos de cocaína con destino a los Estados Unidos.
Los cargos
Seis años después de aquel primer espectáculo, que tuvo como estrategia derrumbar a la cúpula de PDVSA y el Ministerio de Petróleo, llegó la Operación Caiga quien Caiga, que arrancó en marzo 2023, al desmontar al círculo más importante de Tareck El Aissami y con ello muchos detenidos, muchas ruedas de prensa del Fiscal Saab Halabi, muchas promesas de la lucha contra la corrupción; todo exactamente igual que para las elecciones del 2018.
La diferencia es que esta vez, apostaron por una pieza mayor, porque El Aissami Maddah no era un profesional que había hecho carrera en la industria. Él ahora defenestrado tiene un récord entre los de mayor peso en la revolución bolivariana, tanto en la administración pública como en la política.
Para el 2006, con 32 años de edad, es elegido diputado a al Asamblea Nacional; al año siguiente fue nombrado Viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana del Ministerio de Interior y Justicia, poco después es el titular de ese Ministerio clave por el control de las policías y de los organismos de inteligencia, donde permanece cuatro años. Hugo Chávez lo envía como candidato a la gobernación del estado Táchira, pero El Aissami no quería estar tan lejos del centro del poder. Finalmente sale como gobernador del estado Aragua.
En el 2017 ocupa el segundo cargo de poder después de Nicolás Maduro, al ser designado Vicepresidente de la República por 17 meses; al año siguiente es el Vicepresidente del Área Económica, luego Ministro de Industrias y Producción Nacional; para el 2020 asume como Ministro de Petróleo hasta su “renuncia” en marzo 2023, fecha en la que también abandona el cargo, que ocupó durante seis años como Vicepresidente Sectorial de Economía.
No son solo los cargos, sino las poderosas relaciones con iraníes, sirios y principalmente con el mundo árabe, al cual también pertenece el Fiscal Saab Halabi. Parte importante de los árabes no tenía buenas relaciones con El Aissami pero censuran duramente que Tarek Saab ataque y exponga a otro de la comunidad árabe.
El jueves 11 de abril 2024 presentan a El Aissami ante el juez Carlos Enrique Liendo del Tribunal Segundo de Primera Instancia en Funciones de Control con Competencia en Casos Vinculados con Delitos Asociados al Terrorismo con Jurisdicción Nacional y Competencia para Conocer y Decidir en Delitos Asociados a Corrupción y Delincuencia Organizada.
La traición
La excusa que dio Nicolás Maduro fue que “he sido víctima de lo peor que uno puede tener; lo tuvo el Comandante Chávez también. Pero a mí las puñaladas me las han dado por la espalda. Gente en la que confié plenamente y creyeron que el poder les pertenecía. Y se olvidaron del pueblo. Y cuando le clavan esas puñaladas a Maduro, se las están clavando al pueblo noble, a nuestra Patria”.
Se atrevió a asegurar que “personalmente, desde hace más de un año, he dirigido esta investigación que ustedes conocen, y doy fe absoluta de todas las pruebas que ha presentado la Fiscalía. En el pasar de estas horas, han aparecido nuevas pruebas, nuevos testimonios y han sido capturados nuevos traidores y corruptos, que van pa’l pote (cárcel) por haber traicionado al pueblo”.
“Tengo que confesar como ser humano que soy, el dolor que eso me ocasionó. Pero la herida está curada. No hay dolor, lo que hay es arrechera e indignación, y yo lo que voy es pa’lante con mano de hierro”.
“Creo que ha llegado la hora de una reforma constitucional, para introducir en nuestra Constitución la pena de cadena perpetua para la corrupción, de inhabilitación de por vida a la corrupción, de cadena perpetua a la traición a la Patria y a los graves delitos contra el pueblo”, dijo a conciencia de que solo es un elemento de distracción para dirigir el debate en la opinión pública porque a ninguno de los jerarcas del régimen venezolano, que son parte del gobierno más corrupto de las últimas décadas, se arriesgaría, aun buscando la viabilidad legal, a aprobar tal norma que se les convertiría en un boomerang dentro de la revolución y aún después que esa revolución llegue a su final.